El otoño ha entrado con fuerza dejando caer un velo de colores ocres que comienza a cubrir bosques y parques. Esta lenta muerte de la naturaleza evoca el paso del tiempo y el final de otra etapa de la vida... Para muchos, el otoño es una estación en la que los sentimientos como la nostalgia, la tristeza o el pesimismo imperan sobre todos los demás... ¡Pero no debemos olvidar que también es una época para renovar nuestra vida y mirar delante!
"¿Has visto, en una tarde triste de otoño, caer las hojas muertas? Así caen cada día las almas en la eternidad: un día, la hoja caída serás tú"
Ante esa realidad no queda otra que acudir al Señor. Él ha venido para eso, para darnos vida, para devolvernos la vida perdida, para conducirnos a una plenitud de vida.
Tiempo para escuchar al Señor, para preguntarle, para aclararse...y, en ocasiones para volcarnos en su consuelo: "Si hubieras estado aquí..." "Tu hermano resucitará..." (Juan 11, 21-23)
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