El Papa Francisco en el Congo

 

Como se lo pedí, mi hermano Fede me manda una primera crónica del viaje del Papa Francisco a la República Democrática del Congo. Aquí va:

Querido hermano:

31 de enero 2023. Le pape Francois ya llegó.

Ha sido muy emocionante ver las multitudes llenar el trayecto desde el aeropuerto de N'Djili hasta el Palacio de la Nación donde le esperaba el presidente Tshisekedi.

El traductor es l'abbé Marcel Ndjonjo, sacerdote diocesano, hermano nuestro de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz. Lo ves entre el Papa y el primer ministro Samba en el aeropuerto.

40 % de la población católica, pero también las iglesias evangélicas, protestantes y musulmanes han movilizado a sus gentes para acoger la bendición del Cielo.

Durante los himnos, el Papa agachó mucho tiempo la cabeza, rezando. Reza tú también, hombre.

En la Nunciatura, donde dormirá, lo esperan niños con las camisetas de los equipos de fútbol del San Lorenzo (el equipo argentino del Papa) y de la Selección del Congo. Son de nuestros colegios.

Una argentina de la Obra es la que está dirigiendo todos los cuidados domésticos para que el Papa esté bien. Y el altar de su capilla es de Kemi, un centro de la Obra.

                                                                   Hospital Monkole

Noche de vela en el aeropuerto de Ndolo, muchos confesonarios, cantos, Rosario completo, se espera más de un millón de personas.

Un abrazo

Fede

Marian Rojas: Dar un sentido a la vida

 

La Dra. Marian Rojas, psiquiatra, ha dado una conferencia muy interesante en la sede madrileña de la Universidad de Navarra, a la que pude asistir online.

Entre otras cosas señaló que la felicidad consiste en saberle dar un sentido a la vida, "en conectar con el presente habiendo superado las heridas del pasado y mirando con ilusión el futuro".

Cuando el ser humano no tiene un sentido de la vida, agregó, la mente sustituye sentido por sensaciones: "El organismo busca algo a lo que agarrarse... redes sociales, videojuegos, compras, comida, drogas..." "Nos hemos convertido en una sociedad de drogodependientes emocionales: 'quiero esto y lo quiero ya, necesito sentir y porque lo siento creo que tengo razón'". 

Pero, a su juicio, el problema de vivir a gratificaciones instantáneas, a base de tendencias, de impulsos, de emociones es que "nada de eso llena".

Una de las causas de esta drogodependencia, según la experta, es el mal uso de las pantallas: "Me dan lo que quiero cuando quiero". En su opinión, "lo que hoy mueve el mundo es la capacidad de retener nuestra atención el mayor tiempo posible en una pantalla y para ello las multinacionales se gastan millones"

"Cuanta más pantalla, menos corteza prefrontal, menos capacidad de prestar atención, y menor capacidad de tomar decisiones, de gestionar un impulso y de posponer la recompensa".

Sin embargo, la gente que puede centrar su atención es capaz de enfocarse.

"Si queremos que nos pasen cosas buenas, tenemos que ponernos metas, porque cuando a mi cerebro le interesa algo me lo enseña"

"Hay que volver a mirar la vida real con otros ojos, basta con mirarla con interés para que se vuelva interesante"

Del mismo modo, abogó por recuperar el contacto físico: "Algo está pasando cuando conectamos mejor por la pantalla que por la vida real. No olvidemos que la vida real es la única capaz de llenarnos en plenitud y que todo lo demás es gratificación instantánea".

Pinche de cocina

 

La llamada universal a la santidad es el quicio de la enseñanza del fundador del Opus Dei. Insistía siempre en que la santidad no es una cosa para privilegiados:

"A todos llama el Señor, de todos espera Amor: de todos, estén donde estén; de todos, cualquiera que sea su estado, su profesión o su oficio".

Dios llama a la santidad al profesor de enseñanza media, al artista, al empresario, al pinche de cocina, al agricultor, a quien se ocupa de las tareas domésticas, al periodista, al deportista, a quien sufre el drama del desempleo...

(De una entrevista al prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz)

A propósito, hace pocos días compartí con Manuel Alejandro el premio, consistente en una paella, por haber ganado el concurso quiniela del Mundial de Qatar que organizamos en Villa Fontana.

Conchita C-28: Nuevo año

 

Kinshasa, 9 de enero de 2023

Mamaíca mía:

Poco a poco me voy acercando a ti. Ya estamos en el 23

El 31 de diciembre a las 12 del mediodía (acababa de enterarme del fallecimiento de Benoit XVI) vinieron a felicitarme el año mis vecinos:

De izquierda a derecha: Splendeur, Merdi, Joshé, la pequeña Rosalía, Miradi, Giulia et Celé. 

Se llevaron unos chocolates y gritaron "spageti" para sonreír en la foto.

En esta otra foto, delante, Etoile du martin (Miradi) y el tigre de la selva (Celé)

Y, en la siguiente, ante el belén:

Por la noche, lo que más divierte a la gente es lanzar petardos. Ruido a granel.

Aún estamos con las lluvias, que antes de Navidad fueron torrenciales y quedó cortada la carretera que une Kinshasa con Matadi. En una semana se pudo rellenar el gran derrumbamiento y poder recibir las mercancías que llegan del puerto.

Muchas pérdidas en casas y más de 200 fallecidos

El Niño nos anuncia la Vida. Y aquí estamos para aprender a amar.

Te quiere tanto,

Fede

Y esperamos al Papa Francisco el 31 de enero. Ya te diré.

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Managua, 9 de enero de 2023

Querida mamuchi:

¿Cómo se pasa la Navidad en el Cielo?

La de este año en Villa Fontana me ha hecho recordar tantas cosas de las que pasamos juntos en familia.

Nuestro belén también tiene muchos ángeles como aquel viejo portal que tú desempacabas a primeros de diciembre.

Y pronto la casa se llenó de adornos navideños, preciosos, como los que tú hacías, bolas y plantas de colores por doquier:

¡Qué buenos ratos cantando villancicos -recuerdo los que más le gustaban a papá: el Fum, Fum, Fum y el de el Niño del tambor- y esos otros ratos meditando delante del Nacimiento. Lo hacíamos, sobre todo, en casa del abuelo Federico, a las 12 de la Nochebuena, mientras oíamos "Noche de paz" todos los primos juntos.

Pues estos días también he tenido tiempo de pasar horas contemplando las muchas figuritas de nuestro belén de Villa Fontana. Me fijé especialmente en un personaje que está saludando con el sombrero. Ya sabes por qué...:

¡Y la cena de Nochebuena y de Nochevieja! ¡Cuánto detalle que denota lo que nos queremos! No faltaron los brindis y las esperanzas pequeñas y grandes.

Y el día 6, en el "roscón" de reyes -que en Murcia lo compartíamos en casa de la tita Paquita- me tocó, sin ninguna trampa, un papelito que indicaba el regalo que me hacía Gaspar: ¡una ventosa para apoyar el celular! ¡Divertido, pues había regalos para todos!

Y otras muchas cosas más... Te gustaría especialmente la conexión que hicimos el 25:

 Kinshasa-Managua-Murcia (con Ricardo, Chari y sobrinos)-Belén Eterno.

 Os sentimos muy presentes, disfrutando como nunca.

¡A seguir creciendo en el Amor, como dice nuestro rey negrito, Fede, el africano!

Te quiere mucho, tu hijo 

Alfredo

(Y el 12 es mi santo, salúdalo de mi parte)