La Dra. Marian Rojas, psiquiatra, ha dado una conferencia muy interesante en la sede madrileña de la Universidad de Navarra, a la que pude asistir online.
Entre otras cosas señaló que la felicidad consiste en saberle dar un sentido a la vida, "en conectar con el presente habiendo superado las heridas del pasado y mirando con ilusión el futuro".
Cuando el ser humano no tiene un sentido de la vida, agregó, la mente sustituye sentido por sensaciones: "El organismo busca algo a lo que agarrarse... redes sociales, videojuegos, compras, comida, drogas..." "Nos hemos convertido en una sociedad de drogodependientes emocionales: 'quiero esto y lo quiero ya, necesito sentir y porque lo siento creo que tengo razón'".
Pero, a su juicio, el problema de vivir a gratificaciones instantáneas, a base de tendencias, de impulsos, de emociones es que "nada de eso llena".
Una de las causas de esta drogodependencia, según la experta, es el mal uso de las pantallas: "Me dan lo que quiero cuando quiero". En su opinión, "lo que hoy mueve el mundo es la capacidad de retener nuestra atención el mayor tiempo posible en una pantalla y para ello las multinacionales se gastan millones"
"Cuanta más pantalla, menos corteza prefrontal, menos capacidad de prestar atención, y menor capacidad de tomar decisiones, de gestionar un impulso y de posponer la recompensa".
Sin embargo, la gente que puede centrar su atención es capaz de enfocarse.
"Si queremos que nos pasen cosas buenas, tenemos que ponernos metas, porque cuando a mi cerebro le interesa algo me lo enseña"
"Hay que volver a mirar la vida real con otros ojos, basta con mirarla con interés para que se vuelva interesante"
Del mismo modo, abogó por recuperar el contacto físico: "Algo está pasando cuando conectamos mejor por la pantalla que por la vida real. No olvidemos que la vida real es la única capaz de llenarnos en plenitud y que todo lo demás es gratificación instantánea".
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