Conchita C-3: Feliz cumpleaños

 

Le pedí a mi hermano Fede, el que está en África, que escribiera otra carta a mi madre, la C-3 (C de Cielo) con motivo de su cumpleaños. Mi madre nació el 30 de marzo de 1924. Aquí está:

Lubumbashi, 30 de marzo de 2021

Mamaica mía:

Muchas felicidades por tu cumpleaños, que ahora celebras mucho mejor en nuestra Casa definitiva ¿Cómo se llama? ¿La Loma Azul? (1)

Pensaba escribirte el 9 de abril, como te prometí. Pero el tonto de Alfredo me pidió que lo hiciera antes, que te gustaría. Así que he tenido que cambiar el plan y pensar qué puedo decirte.

Pues mira, me encontré con una carta tuya del 20 de octubre de 2014 en la que me escribías: “Yo con mi lupa, ya no me pueden cambiar los cristales de las gafas, todo está llegando a su fin, pero no me asusta, me está esperando papá. Una vida mejor junto al Señor” 

He utilizado muchas veces esa carta cuando predico sobre la muerte.

Pero hablemos de la Vida, que es mejor. Fíjate, tú ya estás fuera del tiempo de la tierra. Y sé que en la Loma Azul hay un cuarto, como esos del VAR, en el que hay muchas pantallas. Y allí puedes ver el pasado, nuestro presente y el futuro. Eso de ver el futuro siempre me fascina. Pienso que lo sobrenatural es eso, ver el valor de lo presente en el futuro del Cielo. Sé que tú lo entiendes.

Pues bien, el próximo (para mi) 8 de abril (2), te preguntaré por teléfono (el interno) cómo se vive la Pascua en el Cielo. Y ya sé que te pondrás enseguida, para contarme tu experiencia. Estás en todo. Guapa.

Otra cosa. Te pido que sigas ayudando a Vicenta (3) Me han mandado una foto suya  con las primas, que siguen visitándola. También repaso fotos tuyas con tus nietos, mis sobrinos. Me gustan mucho. El año pasado María te hizo un video muy bueno ¿verdad?

Y una gran sorpresa me llevé al recibir otra foto antigua de la boda del tito Alfredo con Pilar. Viene muy bien para recordar, en este año de la Familia (Alegría del Amor), que todos, todos, todos, y todas, todas, todas, estamos llamados a la Felicidad. ¿Cómo has encontrado a tu hermano Alfredo? Más alto que nunca (4)

Como sabes, las clases siguen a todo ritmo en colegios y universidades de Lubumbashi. En el instituto Mulolwa les hablo también de ti.

Hoy es martes santo, por la mañana los apóstoles descubrieron que la higuera se había quedado seca. No tenía fe. Pero al atardecer, la viuda de las dos monedillas alegró el corazón de nuestro Jesús. Me hace mucha ilusión pensar que un día conoceré a todos esos personajes que salen en el Evangelio. Y que me los irás presentando.

Con la Luz de la fe, la Vida comienza ya aquí.

Un abrazo muy fuerte en tu 97 cumpleaños, de tu hijo que te quiere más

Fede

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(1) “La Loma” Así se llama nuestra casa en el monte, donde hemos pasado muchas vacaciones de verano

(2)  Cada 8 de mes, mi hermano Fede llamaba temprano a mi madre para felicitarla y cantarle las mañanita. El 8 porque ella celebraba por todo lo alto el llamarse Conchita, en honor de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre)

(3) Vicenta, una de sus amigas en la Residencia “Hogar de Nazaret” a la que atendía diariamente.

(4) Mi madre tenía un hermano mayor, Pepe y otro menor, Alfredo. Éste era muy alto.

Nicaragua: 25 años

 El 18 de marzo de 1996 llegaba a Nicaragua. Se cumplen hoy 25 años en este mi bello país de lagos y volcanes y de gentes maravillosas.

Esta mañana, al hacer un rato de oración, me venían a la mente como un eco unas palabras de san Josemaría que he tratado de hacer llegar a muchos corazones nicaragüenses:

"Cuando un cristiano desempeña con amor lo más intrascendente de las acciones diarias, aquello rebosa de la trascendencia de Dios. Por eso os he repetido, con un repetido martilleo, que la vocación cristiana consiste en hacer endecasílabos de la prosa de cada día. En la línea del horizonte, hijos míos, parecen unirse el cielo y la tierra. Pero no, donde de verdad se juntan es en vuestros corazones, cuando vivís santamente la vida ordinaria."

San León Magno. Sermón de Cuaresma

 

Hoy me he encontrado con un sermón del Papa San Leon Magno sobre la Cuaresma que me ha impactado. Copio y comparto un fragmento de esa predicación de uno de los grandes Padres de la Iglesia. Vale la pena reflexionar sobre esas luces que nos ofrece:

“Los presentes días, queridísimos hermanos, son especialmente indicados para ejercitarse en la caridad, por más que no hay tiempo que no sea a propósito para ello; quienes desean celebrar la Pascua del Señor con el cuerpo y el alma santificados, deben poner especial empeño en conseguir, sobre todo, esta caridad, porque en ella se halla contenida la suma de todas las virtudes y con ella se cubre la muchedumbre de los pecados. 

Por esto al disponernos a celebrar aquel misterio que es el más eminente, con el que la sangre de Jesucristo borró nuestras iniquidades, comencemos por preparar ofrendas de misericordia, para conceder por nuestra parte a quienes pecaron contra nosotros lo que la bondad de Dios nos concedió a nosotros. 

La largueza ha de extenderse ahora con mayor benignidad hacia los pobres y los impedidos por diversas debilidades, para que el agradecimiento a Dios brote de muchas bocas, y nuestros ayunos sirvan de sustento a los menesterosos. 

La devoción que más agrada a Dios es la de preocuparse de sus pobres, y cuando Dios contempla el ejercicio de la misericordia, reconoce allí inmediatamente una imagen de su piedad. 

No hay por qué temer la disminución de los propios haberes con esas expensas, ya que la benignidad misma es una gran riqueza, ni puede faltar materia de largueza allí donde Cristo apacienta y es apacentado. En toda esta faena interviene aquella mano que aumenta el pan cuando lo parte, y lo multiplica cuando lo da”

La alegría de la redención

 

La antífona de entrada de la Misa del Domingo con la que iniciábamos esta cuarta semana de Cuaresma, sacada del profeta Isaías, compara a Dios consolando a los suyos como una madre que amamanta a sus hijos (cf Is 66, 11).

Dios es Padre y nos ama con ternura de padre y de madre. El tono de alegría está resaltado de modo muy humano: la alegría necesita comunicarse. La alegría de la redención, y por tanto de la unión con Dios, es también la alegría de la unidad de los hombres entre sí.

En la Eucaristía, el Espíritu Santo nos da el amor para compartir la alegría de sabernos amados:

- Sonreír en el cansancio

- Envejecer con sentido del humor

- Evitar centrar muchas conversaciones sobre cosas tristes

- Disfrutar lo bueno de cada momento

- No lamentarse si un niño despierta a todos con sus llantos por la noche

- Disfrutar de la compañía de los demás y vivir su vida como un tiempo de encuentro

¡¡¡ La alegría es un modo de amar a los demás en Dios !!!

Conchita C-2

 

Mi hermano mayor me hace caso en casi todo -yo le hago caso en todo- por eso, al cumplirse un mes del tránsito de mamá, le pedí que volviera a escribirle. Y aquí está esa carta C-2:

Lubumbashi, 9 de marzo de 2021         ​

Mamaíca mía:

 

Te prometí seguir escribiéndote. Pero no te dije cuándo.

Ayer estuve a punto de hacerlo, pero me pasé el día hablando contigo por el teléfono interno. Te oía muy bien.

Estabas tan contenta. Más que siempre.

Y me contaste de tus descubrimientos en este mes que llevas en la Casa del Cielo.

¡Un mes entero!

Sí, pasaste volando por el Purgatorio.

Tú que creías que ibas a estar allí mucho tiempo por tus muchos defectos.

Pues no.

María de una mano, José de la otra y ¡para adentro!

 

Al primero que encontraste fue a nuestro Jesús.

Allí no se esconde. Lo ves siempre.

 

Y Él te llevó a papá, que lo primero que hizo (tras abrazarte), fue enseñarte un balcón, en forma de whatsApp (él sigue manejándose bien con el ordenador) y te pusiste tan contenta al comprobar que nos veías perfectamente.

¡Mis hijicos!

¿Y quién es esa chica que está llorando?

- Pero Conchi, si es Chari…

- Pues no la he reconocido…

- Es que ha cambiado mucho, desde que Fede le hace llorar.

- Tonto, que no es eso.

- Ha cambiado mucho, ahora quiere ser santa, como tú.

 

Pero lo que más me impresionó de lo que me contaste fue que papá es muy conocido en el Cielo.

Ahí todo el mundo se pasea con sus medallas. 

Y él tiene tantas medallas como veces que, contigo, pusisteis con la grúa, a la abuelita Lola del sillón a la cama.

 

En el Cielo nada se olvida así que sigue enviándome imágenes para que me vaya animando a utilizar muchas grúas.

 

Ah, después papá te preguntó si querías ver a los Gil o a las hermanas Quirós.

Te descomposiste viendo a la abuelita, al abuelo Alfredo, a la tía Pilar y a tus hermanos Pepe y Alfredo.

Y luego, qué fiesta con las seis del Buen Pastor, rodeando al abuelo Federico y a la abuela

Por cierto, me dijiste que la abuelita Vicenta se acordaba de cuando veníamos los domingos del fútbol y ella estaba cosiendo, y se quitaba los alfileres para que no nos pincháramos al besarla. 

A mí aquello me impresionaba mucho, y lo cuento, para que aprendamos a quitar de nuestros gestos lo que pueda molestar a los demás.

 

Me parece que te estás riendo al leer mi carta, pero yo estoy como Chari.

Te quiere tanto, tu hijo,

Fede

El Hoyo

 

¡Han vuelto las excursiones aventureras al Club Drago! Hace pocos días un buen equipo de intrépidos, capitaneados por Cristian, Juancho y Piero, alcanzaron la cima, después de una larga caminata, del Volcán el Hoyo. Recibe ese nombre porque en una de sus laderas hay un hoyo gigantesco como se ve en la foto.

¡El hoyo!

A mí me vino a la memoria aquel punto de Camino, el 211: 

"Entierra con la penitencia, en el hoyo profundo que abra tu humildad, tus negligencias, ofensas y pecados. -Así entierra el labrador, al pie del árbol que los produjo, frutos podridos, ramillas secas y hojas caducas. -Y lo que era estéril, mejor, lo que era perjudicial, contribuye eficazmente a una nueva fecundidad. Aprende a sacar, de las caídas, impulso: de la muerte, vida."