martes, 31 de octubre de 2017

¡Cuéntame!


Me ha gustado ese proverbio judío:

"Dios ha creado al hombre para oírle contar historias"

Y el joven profesor comenta:
 'El hombre, un soplo hecho de tiempo y carne, es el único capaz de contar su fábula, su destino y su destinación.
Los animales hacen gestos,
las plantas, hojas,
las rocas callan.
El hombre cuenta.'


viernes, 27 de octubre de 2017

La alegría en el trabajo


"El universo existe por pura generosidad de Dios, que, sin necesidad alguna, quiso crearlo.

Un recorrido por la montaña permite descubrir rincones poco frecuentados donde al pie de una roca -casi escondidas- han crecido unas bellísimas flores. Son parte de la creación.

Si la suerte nos permite mirar de noche en la oscuridad del campo, podremos ver miles de estrellas que cubren y alfombran el cielo por completo: cuenta, si puedes, las estrellas, dijo Dios a Abraham.

Estas experiencias llevan fácilmente a pensar que Dios, al crear todas las cosas, experimentó un gran gozo si hablamos en términos humanos.

Hay una alegría en trabajar bien; se descubre entonces el gozo ante lo que está bien acabado. Es el gozo de crear cosas, aunque se trate de un ladrillo, de una lámpara.
Aparece ante nosotros el fruto logrado, surge -como una recompensa- el gozo de sentirnos colaboradores de Dios en su obra creadora.

El mayor gozo en nuestras tareas se encuentra al saber que Dios nos ve mientras trabajamos. si estamos convencidos de que Él acompaña y comparte los múltiples incidentes que conlleva lo que producimos, podemos incluso sonreírnos ante las dificultades y de las pequeñas equivocaciones que procuramos rectificar. No hace falta contarle nada, basta buscarle en el centro del corazón con la certeza de que está ahí, cercano. Trabajar mano a mano con el Señor viene a ser un gozo bien grande.

Con esta visión el trabajo se convierte en cooperación con el Creador.

Es más fácil la alegría si uno se dedica al trabajo que le gusta, para el que se ha preparado, el que ha elegido: esa persona, si es activa y emprendedora, disfruta con su quehacer.

Cuando no es así - porque son muchas las personas que no pueden trabajar en lo que quieren y les gusta- , también es posible alcanzar alegría por diversos motivos.
Lo importante es descubrir que todo trabajo que se realiza y termina bien puede ser fuente de alegría, una alegría que, si se comparte con el Señor, se multiplica por el hecho de saber con certeza que a Él le agrada. Él está contento con nuestra labor"

(Lo leí ayer en un libro de Francisco Fernández-Carvajal sobre las virtudes humanas, y me pareció que valía la pena reproducirlo aunque se haga un poquito largo el cuento)

jueves, 26 de octubre de 2017

Lluvia


"Algunos sienten la lluvia. Otros solo se mojan"

Con pocas palabras y escogidas imágenes o dibujos Winder, que hace poco se licenció en Comunicación Institucional en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, nos deja consideraciones interesantísimas, para pensar, para meditar, para rezar.

(Distinto son los desastres naturales que originan inundaciones, destrozos, evacuaciones... para los que tenemos que estar bien dispuestos a ayudar)

miércoles, 25 de octubre de 2017

Contemplación


Me ha contado Alejandro una anécdota de una niña de primaria que tenía un comportamiento hiperactivo durante toda la jornada escolar; solo había una hora en la que se encontraba a sí misma y se calmaba: la hora de dibujo. En este único momento de armonía entre ella y el mundo que la rodeaba se zambullía en el papel con total naturalidad y su cuerpo se acomodaba y se hacía uno con la creación artística.

Un día, la maestra les instó a que entregaran ya los dibujos porque la clase estaba a punto de finalizar; la niña sin embargo, siguió dibujando, inclinada sobre el papel, como quien está inmerso en un tiempo y un espacio distintos a los del resto de los humanos. La maestra, molesta por aquella insubordinación, se acercó para ver qué estaba maquinando su pequeña alumna.

-Estoy haciendo un retrato de Dios -explicó la niña, sin levantar la mirada de la hoja.

La maestra sonrió y le contestó con ironía:

-Nadie sabe cómo es Dios, nadie lo ha visto.

La niña permaneció en silencio durante unos segundos; luego, sin dejar de dibujar, dijo:

-Si se espera unos minutos, lo verá.

martes, 24 de octubre de 2017

Una luz


A través de Chus, durante varios años directora de uno de los mejores colegios de enseñanza media, he tenido acceso a un artículo de Jaime, con gran sensibilidad igualmente para el mundo de la educación, en su caso la enseñanza superior.

Una luz: ¡Aprender a fracasar!

"Me dicen que en los colegios no se enseña a los niños a fracasar. Por eso ya no hay suspensos. Se eliminaron para evitar traumas infantiles que -se suponía- podían tener funestas consecuencias en la edad adulta. Me parece una lamentable carencia, pues en la vida humana el fracaso -grande o pequeño- es muchísimo más frecuente que el éxito.

Suele contarse que Thomas Alva Edison antes de descubrir en 1880 el filamento de bambú carbonizado que permanecía incandescente durante 1200 horas, lo había intentado con cerca de un millar de otros materiales. De sus intentos previos le contaba a un periodista: 'No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla'. Esto es así en muchos ámbitos de la vida: para hacer algo bien, hay que hacerlo antes muchas veces mal.

Cuando Bertrand Russell comunicó al matemático Gottlob Frege una inconsistencia fundamental en su Conceptología, Frege en su respuesta mencionaba el dicho latino: 'Solatium miseris, socios habuisse dolorum' (El consuelo de los pobres es tener compañeros en su dolor). Es verdad. Cuántas veces la desgracia aúna, nos solidariza con los demás, mientras que el éxito, la lotería o las herencias separan gravemente a los seres humanos.

Y al mismo tiempo, cuántas veces aquello que parecía un fracaso resulta al final un éxito. Edison decía que muchos fracasos en la vida se deben a que se abandona por no ver lo cerca que se estaba del éxito. Yendo más a fondo, cada vez que algo me sale mal, me ayuda recordar aquello de san Agustín: 'Es malo sufrir, pero es bueno haber sufrido'"

(Un saludo a Juancho en 'La casa de las lámparas')

lunes, 23 de octubre de 2017

Maestros


Amplío, aunque ya han pasado días, la crónica de mi estancia en Pamplona con motivo del cincuentenario de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.

El acto conmemorativo estuvo precioso, ameno y elegante. La presentadora, que lo hizo muy bien, fue entrevistando a distintos profesores de antes y de ahora... ¡verdaderos maestros!


Precisamente, en una de las sesiones del Simposio de los días previos sobre 'Teología y Universidad' se destacaba que la Universidad es el lugar apropiado para encontrarse con 'maestros', expertos en su ámbito, con esa sabiduría que da el saber situarse: Son críticos, no ideologizan. Identifican la dimensión humana de toda ciencia. Saben innovar...

¿Y cómo se llega a ser maestro? nos preguntábamos:

Escuchando a los otros, trabajando en conjunto, interesándose por la filosofía...

En el campus de la Universidad de Navarra hay una pequeña ermita en la que la Virgen sostiene a Jesús Niño sobre una pila de libros, mientras éste bendice: La ciencia bien hecha es también una bendición de Dios. Jesús bendice también a la ciencia ayudando que haya 'maestros'.

domingo, 15 de octubre de 2017

Crónica de un viaje


PAMPLONA, MURCIA, MADRID
28 de septiembre al 12 de octubre

Voy a tratar de hacer una pequeña crónica fotográfica de mi reciente estancia en España para asistir al Cincuentenario de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.
LT era el logo de tan gran y emotivo acontecimiento.

Al perder la conexión -no fue culpa mía- del vuelo San Salvador-Madrid tuve que cambiar el itinerario y pasar por México, cerca de la "Morenita"

Primera etapa: Pamplona y la Universidad de Navarra.
Me hospedé en el Seminario Internacional Bidasoa, donde actualmente cursan sus estudios siete seminaristas de Nicaragua. Fue una convivencia preciosa con ellos y tantos seminaristas de muchos países del mundo: paseos, tertulias, chocolate con churros, concelebraciones litúrgicas, ratos de oración, caminatas...y ¡mucha alegría!


Tiempo espléndido, con el campus de la Universidad de un colorido espectacular. Pude saludar a varios de los estudiantes de Nicaragua que cursan allí sus estudios superiores: Andrea, José, Lucas, Carlos José (foto de abajo), Paulina, María Valeria, Carlos, Andrés, Natalia, Celeste...y otros más.


Durante los días 4 y 5 de octubre asistí al Simposio Internacional de Teología que organizó la Facultad de la que soy egresado. El tema era "Teología y Universidad"
Las sesiones fueron interesantísimas y de mucha altura, intercaladas con mesas redondas sobre la pastoral en el ámbito universitario. Profesores de Nantes, Nottingham, Granada, Madrid, Roma, Oxford, Zaragoza, Sevilla... abundaron con profundidad en cuestiones sobre comunicar el saber escribiéndolo en las almas; lo que es, es lo que se da; la fe es inconformista; todo ser humano vive en un 'misterio' y hay momentos en que se es consciente  de ese 'misterio'... Son algunas notas para hacerles una idea de por donde iban las ponencias.
Yo me colocaba en primera fila para no perderme nada.


El viernes, 6 de octubre fue el día cumbre con la celebración de los 50 años de la Facultad de Teología.
Comenzó con una Misa en el precios marco de la Catedral de Pamplona. Muchos obispos y sacerdotes, antiguos alumnos de la Facultad. Presidió el Cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal Española.
Después nos dirigimos al Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Navarra. Impresionante, aunque se entienda poco. Allí pude apreciar obras de Tapiès (El Espíritu Catalán), de Rothko, de Picasso... (fotos de abajo)


Tras el almuerzo, en donde no faltó el jamón ibérico fuimos a tomar café y a compartir con tantos maestros y condiscípulos, a la Facultad de Teología. Y regresar al auditorio del Museo donde tuvo lugar el Acto conmemorativo. Dos horas que se pasaron rapidísimas debido a lo emocionante y divertido de todas las intervenciones, a modo de entrevistas familiares que iban recorriendo todos los períodos de estos 50 años.


Segunda etapa: Murcia
Objetivo principal era estar con mi mamá en su residencia del Hogar de Nazaret. El domingo, 8 celebré la Eucaristía allí. Y pudieron asistir un buen número de familiares y amigos.
Ricardo, Chari y mis sobrinos lo organizaron todo esos días muy bien.


Lo mejor fue la cena en "La Gusa" el bar-restaurante de mi sobrino Ricky, de ambiente muy murciano, sobre todo por las "tapas" que nos ofreció. Logramos que viniera mamá, pues no le gusta salir. Pasamos un rato estupendísimo, muy divertido y contando muchas cosas.


No faltó la visita al Colegio "El Buen Pastor" donde dan clases tantos primos y sobrinos. De clase en clase, me detuve especialmente en la de mi sobrina María, profesora de inglés y en donde me inundaron de preguntas sobre Nicaragua. Quedé muy impresionado del interés de los niños. Además, en primera fila, una chica ¡de Nicaragua! (en la foto, la de la izquierda)

 
Tercera etapa: Madrid
Como otras veces, la escala en Madrid es para cargar las valijas de libros: "Santos de copas", "Guía para casarse por la Iglesia", "Lección de alemán" y varios más...
Y para encontrarme con mis buenos amigos canarios. Esta vez en el bautizo de Julio con los Pellico y con Inma y Pascual. Momentos gratificantes.



El 12 de octubre regresé a Nicaragua para redescubrir América.

Ha sido un resumen muy resumido para no hacerles largo el cuento.


Para siempre


"Este adverbio -siempre- ha hecho grande a Teresa de Jesús. Cuando ella -niña- salía por la puerta del Adaja, atravesando las murallas de su ciudad acompañada de su hermano Rodrigo, para ir a tierra de moros a que les descabezaran por Cristo, susurraba al hermano que se cansaba: para siempre, para siempre, para siempre.

Mienten los hombres, cuando dicen para siempre en cosas temporales. Sólo es verdad, con una verdad total, el para siempre cara a Dios; y así has de vivir tú, con una fe que te ayuda a sentir sabores de miel, dulzuras de cielo, al pensar en la eternidad que de verdad es para siempre"
En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...