jueves, 30 de julio de 2020

El lenguaje de la oración



El lenguaje de la oración es misterioso: no podemos controlarlo pero, poco a poco, experimentamos que cambia nuestro corazón.

La oración tiene mucho de misterio.

Este encuentro misterioso entre Dios y la persona que ora tiene lugar de muchas maneras.

Dios no necesita hablarnos con palabras -aunque también puede hacerlo-; le basta con sus obras y con la secreta acción del Espíritu Santo en nuestras almas, moviendo nuestro corazón, inclinando nuestra sensibilidad o iluminando nuestra mente para atraernos dulcemente hacia sí.

Puede que, en un primer momento, no seamos ni siquiera conscientes de ello, pero el paso del tiempo nos ayudará a distinguir esos efectos suyos en nosotros: quizás nos habremos hecho más pacientes, o más comprensivos, o trabajemos mejor, o valoraremos más la amistad...

En definitiva, amaremos cada vez más a Dios.

( En la foto, Ricardo, Chari y en medio María, hoy en Praia dos Pescadores, Faro, Portugal )

sábado, 25 de julio de 2020

Hijo del trueno


Si hace pocos días dedicábamos un himno a Santa María Magdalena, hoy toca Santiago Apóstol, el hijo del trueno:

Pues que siempre tan amado
fuiste de nuestro Señor,
Santiago, apóstol sagrado,
sé hoy nuestro protector.

Si con tu padre y con Juan
pescabas en Galilea,
Cristo cambió tu tarea
por el misionero afán.
A ser de su apostolado
pasas desde pescador.

Por el hervor del gran celo
que tu corazón quemaba,
cuando Cristo predicaba
aquí su reino del cielo,
"Hijo del trueno" llamado
fuiste por el Salvador.

Al ser por Cristo elegido,
por él fuiste consolado,
viéndole transfigurado,
de nieve y de sol vestido
y por el Padre aclamado
en la cumbre del Tabor.

Cuando el primero a su lado
en el reino quieres ser,
Cristo te invita a beber
su cáliz acibarado;
y tú. el primero, has sellado
con tu martirio el amor.

En Judea y Samaría
al principio predicaste,
después a España llegaste,
el Espíritu por guía,
y la verdad has plantado
donde reinaba el error.

(La foto es la del Apóstol Santiago, en el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela)

miércoles, 22 de julio de 2020

Alas me daba el amor


Bonito el himno de laudes en el día de Santa María Magdalena:

Al levantarse la aurora
con la luz pascual de Cristo,
la Iglesia madrugadora
te pregunta: "¿A quién has visto?"

"¿Por qué lloras en el huerto?
¿A quién buscas?" "A mi amado.
Buscando al que estaba muerto,
lo encontré resucitado.

Me quedé sola buscando,
alas me daba el amor,
y, cuando estaba llorando,
vino a mi encuentro el Señor.

Vi a Jesús resucitado,
creí que era el jardinero;
por mi nombre me ha llamado,
no le conocí primero.

Él me libró del demonio,
yo le seguí hasta la cruz,
y dí el primer testimonio
de la Pascua de Jesús.

Haznos, santa Magdalena,
audaces en el amor,
irradiar la luz serena
de la Pascua del Señor.

Gloria al Padre omnipotente,
gloria al Hijo redentor,
gloria al Espíritu Santo:
tres personas, sólo un Dios. Amén.

martes, 21 de julio de 2020

¿Qué es la felicidad?


¿Qué es la felicidad?

¡Vaya pregunta!

Me llamó la atención las respuestas que en su tiempo dieron unos niños de colegio a esa pregunta. Las respuestas de esos pequeños filósofos de la vida sirven para darnos cuenta de que lo material apenas es importante en sus vidas... Para ellos la felicidad es un latir acelerado del corazón, un logro, una conquista...

Aquí algunas de las respuestas:

- "Cuando haces un amigo"

- "Cuando después de perder tres semanas seguidas jugando al fútbol, por fin ganas"

- "Cuando la profesora te pone un sobresaliente"

- "Cuando vienen a verme mis abuelos y juegan conmigo"

- "Cuando por fin te toca el cromo que te faltaba"

- "Cuando te dejan dormir en casa de un amigo"

- "Cuando la chica más guapa de la clase me sonríe"

- "Cuando mi madre me deja ver mi serie favorita en la tele"

- "Cada vez que me dejan comer chocolate"

domingo, 12 de julio de 2020

Gente que mira bien


Siempre aprendo de los artículos de Paco Sánchez. En cuanto veo su firma, me lanzo a seguir con detalle lo que cuenta. El último, en la revista Nuestro Tiempo, de la Universidad de Navarra:

"Allá por los comienzos de los 2000 tropecé con una alumna muy singular: todos me parecen singulares, pero ella alcanzaba las alturas de lo insólito. Impartía entonces un curso de doctorado.

Ella acababa de llegar de su Argentina natal y actuaba, pensaba yo, con la precaución de quien se mueve por un terreno nada firme. Luego me di cuenta de que se trataba de una delicadeza natural pero infrecuente.

Advertí esa peculiaridad, primero, en su modo de hablar en clase. Se refería a menudo a los comentarios de los compañeros que la habían precedido y siempre para elogiarlos o para profundizar en lo que los otros habían dicho. Me alegró mucho su primera intervención, pero las siguientes me extrañaron, porque en todas replicaba, con muy pocas variantes, el patrón que he mencionado: elogio del compañero, adhesión razonada y, si acaso, alguna idea que iba más allá.

Cuando ya llevábamos más de la mitad del curso, en el típico corro de un descanso, comenté su comportamiento. Todos lo subrayaron con risas o sonrisas. menos ella, que se mostró extrañada.

- 'En Argentina -dijo- todo el mundo lo hace'

- Me atreví a responder que lo dudaba.

No sé cuánto tiempo pasó hasta la clase siguiente. Apenas recuerdo que se acercó a mi mesa en el descanso y dijo que había hablado por teléfono con compañeros suyos de Argentina, que les había contado entre risas mi extrañeza por su forma de participar en clase. También les dijo que me había explicado que en Argentina todo el mundo lo hace.

- '¿Y sabe qué me dijeron?'

Bajó la mirada hacia el yogur que se había traído de casa.

- 'Me dijeron que eso solo lo hacía yo'

Se avergonzaba de no haberse dado cuenta, pero se sentía en la obligación de corregir lo que había dicho el día anterior."

La idea o lección que podemos aprender de esta chica es clara y atractiva: No juzgues nunca las intenciones de los demás por obvias que parezcan. Mantén tu mente fresca, despejada, libre, sin rumiar ideas nocivas ni conservar malos recuerdos. La mente es como una casa. Hay que mantenerla limpia para que sea habitable. Y para ello, además de sacudirle el polvo, hay que aprender a no ensuciarla. Excelente.

sábado, 11 de julio de 2020

Max


Hace dos días, el jueves 9 de julio, fallecía en Managua, Max Padilla y no puedo dejar de recordarlo con mucho afecto.

Max fue una de las primeras personas que conocí, en 1996, cuando llegué a Nicaragua. Rápidamente se estableció una poderosa amistad porque nos considerábamos de la misma "quinta"

(En Nicaragua, quinta es, sobre todo, la casa de campo o de recreo. En España, quinta hace referencia a ser del mismo reemplazo en el ejército, es decir, tener más o menos la misma edad: Ambas acepciones me sirven con Max)

Hombre de gran corazón, apasionado por la vida y por la familia como don de Dios. Recuerdo el abrazo que nos dimos en la nave de la basílica de San Pedro, en Roma, en un viaje en que coincidimos en el 2002 en la ciudad eterna.

Precisamente en estos días, al leer un himno de la liturgia de las horas, lo he identificado enseguida con Max:

"Desde que mi voluntad
está a la vuestra rendida
conozco yo la medida
de la mejor libertad.
Venid, Señor, y tomad
las riendas de mi albedrío;
de vuestra mano me fío
y a vuestra mano me entrego,
que es poco lo que me niego
si yo soy vuestro y vos mío.

A fuerza de amor humano
me abraso en amor divino.
La santidad es camino
que va de mí hacia mi hermano.
Me di sin tender la mano
para cobrar el favor;
me di en salud y en dolor
a todos, y de tal suerte
que me he encontrado la muerte
sin nada más que el amor."


sábado, 4 de julio de 2020

Corazón enamorado


CORAZÓN ENAMORADO: "San Josemaría me enseñó que la felicidad no depende de una vida cómoda, sino de un corazón enamorado. Enamorado de nuestra familia, de nuestros amigos y de nuestro trabajo" (Helio)

Más testimonios nicaragüenses sobre San Josemaría:

¿Qué ha supuesto San Josemaría en tu vida?


HACER FELICES A LOS DEMÁS: "San Josemaría ha supuesto para mí un cambio en toda mi vida, porque gracias a sus enseñanzas he aprendido que eres feliz cuando haces felices a los demás" (Marizol)


NOS DA LA MANO: "San Josemaría nos ha enseñado que Dios nos da la mano en la familia, con los hijos, en el trabajo... (Juan Carlos)  Que la felicidad está en el amor por las cosas más pequeñas y que estamos en el mundo para servir a los demás" (Marta)


VOY A SEGUIR: "San Josemaría ha estado presente en mi vida ¡en toda mi vida! Yo nací el año en que lo canonizaron y mis papás me pusieron su nombre. Y yo he tratado de vivir mi vida a través de sus enseñanzas. ¡Y voy a seguir ! (Josemaría)


MÁS AMIGA: "Para mí, San Josemaría ha sido una luz que ha iluminado toda mi vida. Me ha ayudado a tratar a Dios en las cosas ordinarias de todos los días. ¡Y también a ser más amiga de mis amigas! (María Fernanda)

viernes, 3 de julio de 2020

Las manos


Hoy, fiesta de Santo Tomás Apóstol  ("... si no veo en sus manos la señal de los clavos... trae tu dedo, aquí tienes mis manos...")  me he acordado enseguida de un relato reciente que compartió Chari:

- Abuela, ¿cómo se afronta el dolor?

- Con las manos, cariño. Si lo haces con la mente, en lugar de aliviar el dolor, éste se endurece aún más.

- ¿Con las manos abuela?

- Sí. Nuestras manos son las antenas de nuestra alma. Si las mueves tejiendo, cocinando, pintando, jugando o hundiéndolas en la tierra, envías señales de cuidado a la parte más profunda de ti.
Y tu alma se ilumina, porque le estás prestando atención. Entonces las señales del dolor ya no serán necesarias.

- ¿Las manos son realmente importantes?

- Sí, hija mía. Piensa en los bebés: comienzan a conocer el mundo, gracias al toque de sus pequeñas manos. Si miras las manos de los viejos, te cuentan más sobre su vida que cualquier otra parte del cuerpo. Todo lo que se hace a mano, se dice que está hecho con el corazón. Porque es realmente así: las manos y el corazón están conectados. Piensa en los enamorados: cuando se dan la mano se aman de una manera más sublime.

- Mis manos abuela... ¡cuánto tiempo no las he usado así!

- Muévelas, mi amor, comienza a crear con ellas y todo dentro de ti se moverá. El dolor no pasará. Y en cambio lo que hagas con ellas, se convertirá en la obra maestra más hermosa. Y ya no dolerá más. Porque habrás sido capaz de transformar su esencia.

jueves, 2 de julio de 2020

En la línea del horizonte


"Debéis comprender ahora con una nueva claridad que Dios os llama a servirle en y desde las tareas civiles, materiales, seculares de la vida humana: en un laboratorio, en el quirófano de un hospital, en el cuartel, en la cátedra universitaria, en la fábrica, en el taller, en el campo, en el hogar de familia y en todo el inmenso panorama del trabajo, Dios nos espera cada día. Sabedlo bien: hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir.

En la línea del horizonte, hijos míos, parecen unirse el cielo y la tierra. Pero no, donde de verdad se juntan es en vuestros corazones, cuando vivís santamente la vida ordinaria" (San Josemaría)

¿Qué ha supuesto San Josemaría en tu vida?

Va una tercera entrada de testimonios nicaragüenses:


UNA LUZ: "San Josemaría ha significado una luz en nuestro camino para alcanzar la santidad juntos" (Marta y Kenneth)


COMENZAR Y RECOMENZAR: "Que en la sencillez de mi labor ordinaria y en los detalles de cada día, ahí está Dios. Que en mi trabajo, en mi casa, con mis amigos, me puedo santificar. Y que para la santidad no se trata de ser perfecta, sino de comenzar y recomenzar cada día. Lo más importante es el amor y la lucha" (Desiré)


MIENTRAS ESTUDIABA: "El proclamado santo de lo ordinario me lo encontré precisamente, mientras estudiaba, en una residencia del Opus Dei en Managua, con aquella sonrisa característica suya y sus brazos abiertos. Me enseñó a ofrecer toda mi vida a Dios" (Gerald)


ORDEN Y AMOR: "San Josemaría para mí es orden y amor. Es cuidar los detalles más chiquitos extraordinariamente bien. Y siempre saber cómo regresar a casa" (Alexandra)


GRATO RECUERDO: "Yo estuve con San Josemaría en ¡dos ocasiones! En 1973 en Roma y en 1975 en Guatemala. De ambas guardo un grato recuerdo. (Juan José)


miércoles, 1 de julio de 2020

Ancianos


Desde hace un par de semanas, gracias a Dios, mi madre ya puede recibir visitas, aunque muy restringidas por la pandemia: cita previa, una sola persona, en el jardín y a distancia etc. etc.

Mi hermano Ricardo ya ha podido estar con ella varias veces. Y nos ha sorprendido a todos con los videos que nos ha mandado, en los que Conchita, a sus 96 años, nos ha dado clases de geografía, recordando los cabos de España, desde el de "Creus" en Gerona, hasta el de "Machichaco" en Vizcaya. Clases de historia, narrando la gesta de Amilcar Barca, general cartaginés, padre de Aníbal. Y recitando de un tirón fábulas de Samaniego, como aquella que empieza: "A un panal de rica miel, dos mil moscas acudieron...

Esto me ha recordado las recomendaciones del Papa Francisco a los jóvenes, después de su último encuentro en Panamá:

"Los ancianos tienen sueños construidos con recuerdos, con imágenes de tantas cosas vividas, con la marca de la experiencia y de los años. Si los jóvenes se arraigan en esos sueños de los ancianos logran ver el futuro, pueden tener visiones que les abren el horizonte y les muestran nuevos caminos. Pero si los ancianos no sueñan, los jóvenes ya no pueden mirar claramente el horizonte...

Por eso es bueno dejar que los ancianos hagan largas narraciones, que a veces parecen mitológicas, fantasiosas -son sueños de viejos-, pero muchas veces están llenas de rica experiencia, de símbolos elocuentes, de mensajes ocultos. Esas narraciones requieren tiempo, que nos dispongamos gratuitamente a escuchar y a interpretar con paciencia, porque no entran en un mensaje de las redes sociales. Tenemos que aceptar que toda la sabiduría que necesitamos para la vida no puede encerrarse en los límites que imponen los actuales recursos de comunicación...

¿Qué pido a los ancianos, entre los cuales me cuento yo mismo? Nos pido que seamos guardianes de la memoria. Los abuelos y las abuelas necesitamos formar un coro. Me imagino a los ancianos como el coro permanente de un importante santuario espiritual, en el que las oraciones de súplica y los cantos de alabanza sostienen a la comunidad entera que trabaja y lucha en el terreno de la vida. Es hermoso que los jóvenes y las muchachas también, los viejos junto con los niños, alaben el nombre del Señor."

(Papa Francisco. Christus vivit nn 193, 195, 196)


En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...