lunes, 29 de febrero de 2016

Test de las 5: Cristóbal Colón


1. ¿Un lugar?

¡El Océano Atlántico! Desde mi primer viaje en 1942 me ofrecieron una casa en Las Palmas de Gran Canaria,

2. ¿Un personaje?

La Reina Isabel

3. ¿Un sueño?

Navegar. Llegar a la Indias por occidente.

4. ¿Un descubrimiento?

Es obvio. ¡Todo un Continente!

5. ¿Un consejo?

Nunca podrás cruzar el Océano hasta que tengas el coraje de perder de vista la costa.

domingo, 28 de febrero de 2016

El impulso de Cuaresma


"Dijo al viñador: 'Mira, durante tres años seguidos he venido a buscar higos en esta higuera y no los he encontrado. Córtala. ¿Para qué ocupa la tierra inútilmente?' El viñador le contestó:'Señor, déjala todavía este año; voy a aflojar la tierra alrededor y a echarle abono, para ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortaré'" (Lucas, 13, 7-9)

En la Ordenación diaconal de miembros de la Prelatura del Opus Dei, el Prelado comentó el Evangelio del tercer domingo de Cuaresma:

"Aprovechemos el tiempo de la misericordia para prepararnos cada día a nuestro futuro encuentro cara a cara con el amor de Dios"

En concreto, sugirió reflexionar sobre "cómo estamos viviendo la preparación de la Pascua, en este Año de la misericordia", pidiendo a Dios "la gracia de saber confesar nuestros pecados para obtener su perdón"

"El reconocimiento de nuestras culpas es la llave para abrir las puertas de la divina clemencia... La mano de Dios, paterna y materna, está siempre dispuesta a cancelar nuestras culpas si nos acercamos a la confesión"

Invitó a que "nos acerquemos más al Señor, en las restantes semanas de la Cuaresma. Una confesión más profunda, con mayor dolor por los pecados, puede ser el impulso que necesitamos para producir muchos frutos, sea en nuestra vida personal, sea en el trabajo apostólico, siempre con alegría cristiana"

sábado, 27 de febrero de 2016

Volver al matrimonio


Volver al matrimonio, volver al momento en que se celebró esa alianza bendecida por Dios, es algo muy conveniente para los esposos por varias razones:

- No hay mejor fuente de amor que el saberse y sentirse amado por Dios. Quien está lleno de ese amor y es capaz de compartirlo, amará mejor.

- Es necesario que los cimientos del matrimonio estén asentados sobre roca firme. Y quien pone su corazón en Dios tiene un comportamiento afectivo más predecible, es una persona de fiar.

- Si sabes a Quién pedir nunca te faltará nada. El Papa Francisco nos enseña que así como en el Padrenuestro decimos: danos hoy nuestro pan de cada día, en el matrimonio podemos aprender a rezar así: danos hoy nuestro amor de cada día.

- Amando a Dios es cuando se puede cumplir con la vocación de ser iglesia doméstica colaborando con el plan de Dios en la crianza de los hijos. El primer apostolado es el propio hogar.

- Quien se sabe perdonado (y estamos en el año de la Misericordia) siempre sabrá perdonar y pedir perdón. El hacer las paces con Dios es el sustento para perdonar y pedir perdón cuando la esposa (o) no hace las cosas del todo bien o cuando nosotros mismos nos equivocamos en el camino.

(En la foto, Amalia y Diego en su Boda hace muy poquitos días)

viernes, 26 de febrero de 2016

Meterse en un río


¿Oxford - Cambridge? ¿El Támesis?

¡NO, Es el río Segura, a su paso por Murcia!

Espectaculares fotos hace poco de unas coloridas regatas a remo:


Un filósofo, precisamente murciano, se preguntaba si se debe hacer balance.
He aquí la respuesta:

"Todo filósofo necesita hacer balance para incorporar la herencia de la filosofía anterior.
Incluso el enano, al subirse a los hombros de un gigante, conseguirá ver más lejos.
A veces, si el balance se hace de manera erudita, resulta un pensamiento acartonado.
La filosofía es vida para el hombre. Querer ser original es marchitarse. La vida se vive por dentro, pero unidos a la savia de la historia, subidos en nuestra situación.
Cada uno debe incrementarse. El balance no es contabilidad, sino meterse en un río"


jueves, 25 de febrero de 2016

Dar de comer


Ayer fui de nuevo al Centro Social Vega Baja, en Diriamba, para la atención espiritual de alumnas y profesoras.
Quedé sorprendido de la cantidad de gente en los distintos programas de formación.
Las de la Escuela de Cocina comentaban entusiasmadas que hace unos días tuvieron una clase con el Chef Gerson Toruño: "Suprema de pollo en salsa de espinaca, acompañada de vegetales a la mantequilla y papa ponchada. Pollo a la teriyaki con vegetales zazua. Pollo sate con ajonjolí..."

Precisamente meditaba estos días en una da las primeras obras de misericordia: "Dar de comer al hambriento"

"En este Jubileo Extraordinario de la Misericordia, el don diario de los alimentos ha de reavivar en nosotros no sólo la acción de gracias a Dios, sino también la preocupación por aquellos hermanos que carecen del sustento diario... En países menos desarrollados, y también en las periferias de aquellos desarrollados, han surgido bancos de alimentos, comedores públicos, escuelas de cocina... No nos conformemos con admirar estas iniciativas; al menos, recemos para que sean muy eficaces y pongamos nuestra mano si estamos en condiciones de hacerlo..."

miércoles, 24 de febrero de 2016

Comunicación


Vuoi imparare Comunicazione?

¿Quieres aprender Comunicación?

Así titulaba el P. Winder, autor de esta preciosa fotografía, el instante durante una clase en el viejo edificio romano de la Piazza di Sant'Apollinare.

Ya son varios los sacerdotes nicaragüenses que cursan sus estudios en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Y el P. Winder es pionero en la Facultad de Comunicación Social Institucional.

No fue una distracción tras la ventana.

Seguro que estarían meditando la enorme lección de un buen maestro:

 "La comunicación, sus lugares y sus instrumentos han traído consigo un alargamiento de los horizontes para muchas personas. Esto es un don de Dios, y es también una gran responsabilidad. Me gusta definir este poder de la comunicación como 'proximidad'. El encuentro entre comunicación y la misericordia es fecundo en la medida en que genera una proximidad que se hace cargo, consuela, cura, acompaña y celebra. En un mundo dividido, fragmentado, polarizado, comunicar con misericordia significa contribuir a la buena, libre y solidaria cercanía entre los hijos de Dios y los hermanos en humanidad" (Francisco 24-1-2016)

martes, 23 de febrero de 2016

La lista


Al leer la primera predicación cuaresmal para la Casa Pontificia sobre la eficacia de la oración de intercesión, que no depende de multiplicar las palabras, sino del grado de unión que se puede lograr con las disposiciones filiales de Cristo: "Más que palabras de intercesión, se debe, en todo caso, multiplicar los intercesores... Se multiplican los intercesores cuando oramos los unos por los otros...",
me he acordado de Alexia González Barros y de cómo, en la recta final de su enfermedad, recibía la Comunión con gran recogimiento que prolongaba en una detenida acción de gracias. Entonces, su mamá le ponía sobre el pecho un sobre que contenía la lista de peticiones, que ella sujetaba con su mano izquierda. Esa lista la había confeccionado un día que se encontraba muy mareada y temía olvidarse de alguien. Alexia se la había dictado a su madre y decía, entre otras cosas:

- Por toda la gente que reza por mí.
- Por las amigas de mamá, en especial por Silvia y Mercedes.
- Por el Papa y por la Iglesia, por los Cardenales, Obispos y Sacerdotes.
- Por el Opus Dei y por el Padre.
- Por d. Manuel Martín y sus intenciones.
- Por Alfonso, el amigo de José Damián y su intención.
- Por Pilar Herranz y sus intenciones.
- Por sor Elisa y su intención.
- Por Menci, su hermano y sus intenciones.
- Por el novio de la enfermera de Radioterapia.
- Por el marido de María Elena.
- Por las hijas de Pili.
- Por Ignacio, que se cure.
- Por la prima de Begoña.
- Por el padre de Susi.
- Por Fefa, para que se recupere del accidente.
- Por la madre de Covadonga.
- Por todos los niños de la planta, para que se pongan buenos y gracias por la recuperación de Miguel y los demás niños operados.
- Por los niños sin bautizar.
- Por Rosa y su apostolado.
- Por el Colegio Jesús Maestro, profesoras y alumnas, para que vivan en gracia todos los días de su vida.
- Por la Hermana Isabel Olmedo y su madre.
- Por cualquier persona que me haya hecho un favor, desde que estoy enferma, que se lo devuelva triplicado.
- Por las monjas que me han atendido: Sor María Luisa, Sor Patro, por los médicos y enfermeras de la Clínica.
- Por el doctor Chamorro y su familia, especialmente por su hermana Araceli.
- Por las personas de mi familia que rezan por mí (y por las que no rezan también)
- Por Eulalia y su madre enferma.
- Por la tía Blanca.
- Por José Damián y sus intenciones.
- Por Alfredo, para que sea fiel a su vocación todos los días de su vida y forme un hogar luminoso y alegre.
- Por Francisco, que es muy bueno, para que vaya a un curso de retiro.
- Por maría José, para que sea tan feliz como ahora con su vocación, que Dios la bendiga y atienda sus peticiones.
- Para que Laura esté en el Cielo.
- Por el trabajo de María Esther.
- Por María Rosa, para que se convierta.
- Por el comité de Asistencia Voluntaria de la Clínica y su labor apostólica.
- Por las intenciones de Isabel.
- Por papá y mamá, para que les dé mucha paciencia y muchas fuerzas y que les bendiga y a los hermanos, para que vivamos unidos y en gracia de Dios todos los días de nuestra vida. Que el señor nos libre de todo mal de alma y cuerpo, que no nos deje de su bendita y sacrosanta mano, pues en su amor deseamos vivir y morir.
- Dulce Corazón de María, sed la salvación mía. Jesús, María y José, os doy el corazón y el alma mía. Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío. Ave María Purísima.

Pienso que en este Año Jubilar, para vivir la primera obra de misericordia de visitar y cuidar a los enfermos, podríamos tener nuestra "lista de enfermos" para encomendarles y para visitarles, o al menos llamarles.


lunes, 22 de febrero de 2016

Juventud


Estaba preparando una predicación sobre la lucha ascética: ¡Juventud del alma!: generosidad en la mortificación, delicadeza en la piedad, sinceridad, sacudirse el aburguesamiento, amar el mundo sin ser mundano, no perder la contemplación...

Y me ha hecho mucha gracia encontrar este libro de Leopoldo.

sábado, 20 de febrero de 2016

Alemania sin perder el hilo


Me escribe María, mi sobrina, contando de su gira por Alemania, como profesora con un grupo de 15 alumnos del Colegio El Buen Pastor de Murcia.

"Bastante frío y nieve...vimos de todo: el Castillo de Neuschwanstein (la Bella Durmiente), el Allianz Arena (Bayern Munich)... las típicas salchichas alemanas... Conocimos a muchos profes y alumnos de Alemania, Turquía, Polonia, Portugal..."

Pero lo que más me ha gustado de su pequeña crónica con las fotos es el mercadillo que hicieron con las manualidades de la abuela (mi madre): "¡Y se vendió todo!... hasta vino la tele a grabarnos!"


Yo me he acordado de lo que me decía también un profesor de colegio: "Para los viejos y para los niños, las palabras no sirven para explicar, para justificar, para juzgar, sino que son nudos en un hilo. Sirven para asegurar que todo permanece en orden... Quien no hace nudos pierde el hilo. También en la vida"

domingo, 14 de febrero de 2016

Mujeres en el Opus Dei


14 de febrero, aniversario de las mujeres en el Opus Dei.
Es una misericordia muy grande de Dios esa llamada sorpresiva del Señor para que hubiera mujeres en su Obra.

El Evangelio es actual:
"Díjole Jesús: ¡María! Ella, volviéndose, le dijo: Rabboni, que quiere decir Maestro" (Juan 20, 16)

Una "sorpresa" maravillosa para María.
Una "sorpresa" maravillosa para miles de mujeres en el mundo entero.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Cuaresma


¡Ha comenzado la Cuaresma del Año de la Misericordia!

Propósito: ¡Un acto de Amor en cada mortificación... Y pueden ser muchas cada día!

(La fotografía la tomé yo mismo, con el celular, desde una de las ventanas de Pedregales)

martes, 9 de febrero de 2016

Cabeza y corazón


No es por el martes de carnaval, es un paseo a Acoyapa de residentes de Villa Fontana.

Y me ha venido a la memoria aquello de "¿Qué te importa, cuando vas derecho a tu fin, cabeza y corazón borrachos de Dios, el clamor del viento o el cantar de la chicharra, o el mugido o el gruñido o el relincho?...

Gracias por las fotos. Pronto estaré de vuelta en Nicaragua. Saludos.

lunes, 8 de febrero de 2016

Consolar


Nuevamente Jaime nos ofrece unas notas que, en este año jubilar, nos sirven para reflexionar sobre una de las "obras de misericordia": Consolar al que llora.

A menudo las lágrimas -como es el caso de la viñeta de Mafalda- tienen un maravilloso efecto purificador de la memoria. Lo vemos tantas veces en los niños, y en los adultos, que, llenos de arrepentimiento, piden perdón con ojos llorosos diciendo que no lo harán más. Esas son lágrimas buenas, que -por así decir- lavan la acción, purifican a su autor y llevan al olvido la acción lamentable que hubiera cometido.

"A mí siempre me impresionan las lágrimas. Me parece importante valorarlas y aprender a consolar a quien llora. Hay que saber ponerse a su lado y echar nuestro brazo sobre sus hombros para hacerle sentir el cálido apoyo de nuestro afecto, ofreciéndole, si fuera preciso, un clínex o nuestro pañuelo limpio. Acompañar a quien llora nos dice mucho de la capacidad de consuelo que aporta el cariño: no es cuestión de palabras, basta con estar al lado. No es vergonzoso llorar, es una señal de que tenemos un corazón tan grande que no puede expresarse solo con simples palabras. No hay que reprimir las lágrimas: muchas veces es una verdadera necesidad. Y, sobre todo, la persona que llora está gritando con sus hipidos que necesita nuestro consuelo, esto es, que necesita sentir el apoyo de nuestra comprensión y de nuestro acompañamiento"

viernes, 5 de febrero de 2016

Rubén Darío: Mis primeros versos ( II )


Continuamos el cuento ya iniciado en la entrada anterior, recordando a Rubén Darío, el genial poeta nicaragüense, en el centenario de su muerte.

 - ¿Han visto ustedes el número 13 de La Calavera?
 - No lo he visto -contestó uno de tantos-, ¿qué tiene de bueno?
 - Tiene, entre otras cosas, unos versos, que según dicen no son malos.
 - ¿Sería usted tan amable que nos hiciera el favor de leerlos?
 - Con gusto.
 Saqué La Calavera del bolsillo, lo desdoblé lentamente, y, lleno de emoción, pero con todo el fuego de mi entusiasmo, leí las estrofa.
 En seguida pregunté:
 - ¿Qué piensan ustedes sobre el mérito de esta pieza literaria?
 Las respuestas no se hicieron esperar y llovieron en esta forma:
 - No me gustan esos versos.
 - Son malos.
 - Son pésimos.
 - Si continúan publicando esas necedades en La Calavera, pediré que me borren de la lista de suscriptores.
 - El público debe exigir que emplumen al autor.
 - Y al periodista.
 - ¡Qué atrocidad!
 - ¡Qué barbaridad!
 - ¡Qué necedad!
 - ¡Qué monstruosidad!
 Me despedí de la casa hecho un energúmeno, y poniendo a aquella gente tan incivil en la categoría de los tontos: "Stultorum plena sunt omnia", decía yo para consolarme.
 Todos esos que no han sabido apreciar las bellezas de mis versos, pensaba yo, son personas ignorantes que no han estudiado humanidades, y por consiguiente, carecen de los conocimientos necesarios para juzgar como es debido en materia de literatura.
 Lo mejor es que yo vaya a hablar con el redactor de La Calavera, que es hombre de letras y que por algo publicó mis versos.

 Efectivamente: llego a la oficina de la redacción del periódico, y digo al jefe, para entrar en materia:
 - He visto el número 13 de La Calavera.
 - ¿Está usted suscrito a mi periódico?
 - Sí, señor.
 - ¿Viene usted a darme algo para el número siguiente?
 - No es eso lo que me trae: es que he visto unos versos...
 - Malditos versos: ya me tiene frito el público a fuerza de reclamaciones. Tiene usted muchísima razón, caballero, porque son, de lo malo, lo peor; pero ¿qué quiere usted?, el tiempo era muy escaso, me faltaba media columna y eché mano a esos condenados versos, que me envió algún quídam para fastidiarme.
 Estas últimas palabras las oí en la calle, y salí sin despedirme, resuelto a poner fin a mis días.
 Me pegaré un tiro, pensaba, me ahorcaré, tomaré un veneno, me arrojaré desde un campanario a la calle, me echaré al río con una piedra al cuello, o me dejaré morir de hambre, porque no hay fuerzas humanas para resistir tanto.
 Pero eso de morir tan joven... Y, además,nadie sabía que yo era el autor de los versos.

 Por último, lector, te juro que no me maté; pero quedé curado, por mucho tiempo, de la manía de hacer versos. En cuanto al número 13 y a las calaveras, otra vez que esté de buen humor te he de contar algo tan terrible, que se te van a poner los pelos de punta.

(Hasta ahora no se ha encontrado ninguna prosa que corresponda a este anuncio del poeta, pero ¡vaya si lo ha hecho! ¡Y de qué manera tan sublime!)

jueves, 4 de febrero de 2016

Rubén Darío: Mis primeros versos


El próximo sábado, 6 de febrero, se cumplen cien años de la muerte del gran poeta nicaragüense Rubén Darío.

Ese es el motivo por el que me lanzo a reproducir uno de sus cuentos, muy significativo. Tendré que hacerlo en varias entradas. Y aún así será largo. Pero vale la pena porque es muy divertido.

MIS PRIMEROS VERSOS

 Tenía yo catorce años y estudiaba humanidades.
 Un día sentí unos deseos rabiosos de hacer versos, y de enviárselos a una muchacha muy linda, que se había permitido darme calabazas.
 Me encerré en mi cuarto, y allí en la soledad, después de inauditos esfuerzos, condensé como pude, en unas cuantas estrofas, todas las amarguras de mi alma.
 Cuando vi, en una cuartilla de papel, aquellos rengloncitos cortos tan simpáticos; cuando los leí en alta voz y consideré que mi cacumen los había producido, se apoderó de mí una sensación deliciosa de vanidad y orgullo.
 Inmediatamente pensé en publicarlos en La Calavera, único periódico que entonces había, y se los envié al redactor, bajo una cubierta y sin firma.
 Mi objeto era saborear las muchas alabanzas de que sin duda serían objeto, y decir modestamente quién era el autor, cuando mi amor propio se hallara satisfecho.
 Eso fue mi salvación.

 Pocos días después sale el número 5 de La Calavera, y mis versos no aparecen en sus columnas.
 Los publicarán inmediatamente en el número 6, dije para mi capote, y me resigné a esperar porque no había otro remedio.
 Pero ni en el número 6, ni en el 7, ni en el 8, ni en los que siguieron había nada que tuviera apariencia de versos.
 Casi desesperaba ya de que mi primera poesía saliera en letra de molde, cuando caten ustedes que el número 13 de La Calavera, puso colmo a mis deseos.
 Los que no creen en Dios, creen a puño cerrado en cualquier barbaridad; por ejemplo, en que el número 13 es fatídico, precursor de desgracias y mensajero de muerte.
 Yo creo en Dios; pero también creo en la fatalidad del maldito número 13.

 Apenas llegó a mis manos La Calavera, que puse de veinticinco alfileres, me lancé a la calle, con el objeto de recoger elogios, llevando conmigo el famoso número 13.
 A los pocos pasos encuentro a un amigo, con quien entablé el diálogo siguiente:
 - ¿Qué tal, Pepe?
 - Bien, ¿y tú?
 - Perfectamente. Dime, ¿has visto el número 13 de La Calavera?
 - No creo nunca en ese periódico.
 Un jarro de agua fría en la espalda o un buen pisotón en un callo no me hubieran producido una impresión tan desagradable como la que experimenté al oír esas seis palabras.
 Mis ilusiones disminuyeron un cincuenta por ciento, porque a mí se me había figurado que todo el mundo tenía obligación de leer por lo menos el número 13, como era de estricta justicia.
 - Pues bien -repliqué algo amostazado-, aquí tengo el último número y quiero que me des tu opinión acerca de estos versos que a mí me han parecido muy buenos.
 Mi amigo Pepe leyó los versos y el infame se atrevió a decirme que no podían ser peores.
 Tuve impulsos de pegarle una bofetada al insolente que así desconocía el mérito de mi obra; pero me contuve y me tragué la píldora.

 Otro tanto me sucedió con todos aquellos a quienes interrogué sobre el mismo asunto, y no tuve más remedio que confesar de plano... que todos eran unos estúpidos.
 Cansado de probar fortuna en la calle, fui a una casa donde encontré a diez o doce personas de visita. Después del saludo, hice por milésima vez esta pregunta:

 ¿Han visto ustedes el número 13 de La Calavera?

(Continuará)

(En la foto, la Catedral de León -Nicaragua- donde está enterrado el poeta. Y ciudad donde publicó sus primeros versos allá por 1880)


martes, 2 de febrero de 2016

Adivina


Hablando de "parecidos" (ver la entrada anterior) adivina quien puede ser este personaje del retrato.

La solución en los comentarios.

¿A quien se parece?


2 de febrero: Cuarenta días después de Navidad, Jesús es presentado en el Templo.

¡La fiesta de la Luz! ¡La Virgen de Candelaria!

Lucas 2, 22 ss: "Cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo previsto por la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: ...mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones..."

Normalmente ante un pequeño recién nacido el comentario es sobre si se parece a su madre o si se parece a su padre.
No dice eso Simeón, sino que más bien viene a afirmar que ese Niño se parece a todos. Es luz para todas las gentes.

¿Y María?
Simeón se dirigió a Ella...

Repasando estos días la cuarta parte del Catecismo, se encuentra esta pregunta:
¿En qué sentido es mariana la oración cristiana?

Y la respuesta:
"En virtud de la singular cooperación de María con la acción del Espíritu Santo, la Iglesia ama rezar a María y orar con María, la orante perfecta, para alabar e invocar con Ella al Señor. Pues María, en efecto, nos muestra el camino que es su Hijo, el único Mediador"

(Por cierto, en la foto, ese retrato de María me suena que se parece a alguien, pero no logro identificarla. ¿A quien se parece?)


En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...