viernes, 31 de diciembre de 2021

Nuevo Año


 Llegamos al cambio de año. Es el momento en el que se suele hacer un repaso de todo lo ocurrido en el año viejo y llenarse de buenos deseos para el nuevo año.

Mientras todos nosotros rememoramos acontecimientos, recordamos a personas, nos intercambiamos felicitaciones.. ¿Qué nos dice Dios?:

"Cuando llegó la plenitud de los tiempos, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer...para que recibiéramos la adopción filial... Así que ya eres hijo; y si eres hijo, eres también heredero por voluntad de Dios" (Gálatas 4, 4-7 Segunda lectura de la Misa del 1 de enero, Solemnidad de Santa María, Madre de Dios)

La plenitud del tiempo se ha dado ya. El cristiano es el que tiene más que motivos para celebrar el Año Nuevo: Cada año que pasa nos aproxima un poco más al Cielo.

Aún dentro de la Navidad, de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, queremos hoy pasar este día junto a Jesús, María y José ¡en la Eucaristía, dando gracias!

Y ver, examinar nuestra vida desde Dios. Entrar en sus sentimientos -se ha hecho hombre como nosotros- en sus pensamientos y en su voluntad. Y así llenar nuestro corazón de un agradecimiento sin fin.

¡Gracias por todo! ¡Por el año que termina! ¡Por el año que empieza!

¡¡¡ FELIZ 2022 !!!

(Para Conchita, mi madre, ya no es una Nochevieja más, sino una Madrugada Nueva, maravillosa, eterna. ¡Felicidades, Mamuchi!)

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...