¿Cómo ahondar en el Misterio de la Navidad?
Es difícil de expresar este Misterio. Después de los Evangelios, son los Padres de la Iglesia, o los santos, o los poetas, los que mejor pueden hablarnos de él.
Y así, Lope de Vega:
"Temblando estaba de frío / el mayor fuego del cielo / y el que hizo el tiempo mismo /sujeto al rigor del tiempo / El que con arena débil / al libre mar puso freno /medida al ardiente sol / y a las tinieblas silencio / en unas pajas humildes / siendo Sol, se encoje al hielo / a la noche deja libre / y da licencia a los vientos / Todos, aunque todos tristes / osan perder el respeto / porque están temblando todos / de que Dios tiemble por ellos"
En la Nochebuena, el Papa Francisco lo expresó con palabras semejantes:
"Dejémonos atravesar por este asombro escandaloso. Aquel que abraza el universo necesita que lo sostengan en brazos. Él, que ha hecho el sol, necesita ser arropado. La ternura en persona necesita ser mimada. El amor infinito tiene un corazón minúsculo, que emite ligeros latidos. La Palabra eterna es infante, es decir, incapaz de hablar. El Pan de vida debe ser alimentado. El creador del mundo no tiene hogar. Hoy todo se invierte: Dios viene al mundo, pequeño. Su grandeza se ofrece en la pequeñez"
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