El 22 de diciembre, pero de 1957, se televisó por vez primera el Sorteo Extraordinario de Navidad en España, aunque la mayoría lo siguieron por la radio porque todavía muy poca gente disponía de ese aparato en casa.
Ese año "el premio Gordo" cayó íntegro en Bilbao. Allí se vendieron el primer premio, el tercero y parte del cuarto. El agraciado fue el 53.414, un número que los más viejos y memoriosos aún recuerdan.
Pero para Montse Grasses, cayó en Barcelona, y fue enterito para ella. Un premio que cambió todo por completo, un premio para compartir... que le abrió las puertas del Cielo.
Y es que ese día, Montse se decidió a responder afirmativamente a su vocación de numeraria en el Opus Dei.
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