martes, 7 de diciembre de 2021

Conchita C-15: Madre


 Primera vez que vamos a celebrar nuestra gran fiesta familiar del 8 de Diciembre con mamá en el Cielo. 

Ha sido siempre el día más feliz y tradicional de nuestra familia, porque además de ser el santo de Conchita, es también el cumpleaños de mi hermano pequeño Ricardo.

Recuerdos imborrables como el desayuno con churros en la Chocolatería "La Aduana", la ofrenda de flores a la Inmaculada en su columna de la plaza de Santa Catalina, los ahijados de mis padres invitados a comer, tantas visitas en el cuarto piso de Vinadel, 16. Y durante muchos años coincidía con el día de la madre en España...

Le iba a pedir a Fede que no podía dejar de escribir una nueva carta. Se me adelantó y aquí está:


Kinshasa, 8 de diciembre 2021

Mamaíca mía:

Muchas felicidades por tu santo.

Todos los años en esta fecha te mandé una foto de la Virgen del Campus de la Universidad de Navarra, Madre del Amor Hermoso. Con qué ilusión te ponía unas letras. No me acuerdo de lo que te escribí la última vez.

Un día me enseñarás todas, y lloraremos de risa. ¿Verdad?

Hoy solamente quiero repetirte que, desde que marchaste al Cielo, noto, es algo asombroso, cómo mi vida se mejora, en todos los aspectos.

Me doy cuenta de lo que es tener una Madre.

Entonces, lo que te escribo es: 

No me dejes, ¡Madre mía!

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...