Dulce Señor, fuera de María y de José, no ha habido ni habrá mortal - eso que los ha habido muy locos- que te quiera como te quiero yo. (cfr Forja 346)
En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
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