viernes, 25 de enero de 2019

Tierra Santa: Monte de los Olivos


Vamos avanzando en esta nuestra peregrinación por Tierra Santa ¡el quinto evangelio! y ya nos van quedando menos lugares 'fuertes' a los que llegar. Uno de ellos es al que nos hemos dirigido hoy: ¡El Monte de los Olivos! donde el Señor pasó muchos momentos importantísimos.

La tradición sitúa la Ascensión en la cima de la colina central de este monte, a poco más de un kilómetro desde la ciudad, en dirección hacia Betania.

Había allí una capilla de planta redonda, dentro de una iglesia, no cerrada con tejado, sino a cielo abierto para evocar a los peregrinos la escena de la Ascensión. En medio una roca que gozaba de gran veneración, pues es el último punto donde el Señor había puesto sus pies.

En el siglo XIII, los musulmanes derribaron todos los edificios excepto la capilla central, muy pequeña, donde está la roca. Fuera un muro rodea ese espacio pequeño, pero grandioso mirando al cielo, que hoy estaba totalmente azul y despejado. Busqué continuamente durante toda la mañana una nube para experimentar lo mismo que los discípulos que acompañaron a Jesús en su despedida, pero en vano. Pensé que el Señor no nos quería ocultar a los que esta mañana estábamos allí su presencia continua.


Ya dentro del recinto cerrado, besé la piedra de la última pisada de Jesús. Pasé mi crucifijo y mi rosario y, cuando no había nadie, incluso mi mochila, recordando las últimas palabras del Señor: "Vayan por todo el mundo..."




Y encendí dos velas, una por el Papa y otra por el Prelado de la Obra.

Desde la cima fuimos bajando primero a la iglesia del Padrenuestro, oración que está escrita en un sinnúmero de lenguas. Fotografié la del latín, español y francés.


En la gruta donde se dice que Jesús enseñó esta oración, la rezamos todos juntos. Y en una cestita para pasar intenciones a las carmelitas que llevan esta casa, apunté: 'Por la filiación y fraternidad de todos'.

Tuvimos la Misa en la sobria y bella iglesia del monasterio. Presidió el Padre Enrique Doval (Uruguay) que nos dio tres ideas en la homilía: a) Pedir por la unidad ya que hoy finalizaba el octavario por la unidad de los cristianos b) Estamos viendo muchos vestigios de Jesús, pero lo importante es Él mismo. Y nos sugería esta oración: 'Dame, Señor, tu Espíritu, porque tengo que ser Tú' c) La oración del Padrenuestro ha de ser tema muchas veces de nuestra meditación personal.


Y seguimos bajando por la ladera monte abajo...

Ya en el bus de vuelta a Saxum, se ve que queríamos experimentar la alegría de los apóstoles cuando regresaron a Jerusalén después de la Ascensión del Señor, pues los de la última fila del bus íbamos cantando, felices.


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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...