Del Encuentro Mundial de las Familias celebrado recientemente en Milán:
Ante sus proyectos nupciales Fara y Serge, aún manifestando su voluntad de vivir un matrimonio cristianamente inspirado, expresan al santo padre una fragilidad típica de las jóvenes parejas de hoy: "Hay una palabra que más que ninguna otra nos atrae y, al mismo tiempo, nos asusta: para siempre".
Benedicto XVI ha respondido, tomando nota de que, a diferencia del pasado, en época moderna, el matrimonio ha coincidido cada vez más con el enamoramiento, sin embargo "en el rito del matrimonio la Iglesia no te pregunta: ¿estás enamorado?". El matrimonio, por tanto, no exige sólo sentimiento sino "discernimiento de la razón y de la voluntad" para poder decir ante la persona qu se ama: "Sí, esta es mi vida".
Citando el milagro de las bodas de Caná, Benedicto XVI habló de un "primer vino bellísimo", el del enamoramiento, y de un "segundo vino que debe crecer, madurar, fermentar": es "el amor definitivo" todavía "más bello y mejor que el primero".
No hay comentarios:
Publicar un comentario