miércoles, 21 de diciembre de 2016

Corriente de vida sobrenatural


Los hombres -anuncia el profeta- "no padecerán hambre ni sed, ni el ardor del sol les dañará; porque aquel que usa de tanta misericordia con ellos, los conducirá, y los llevará a beber en los manantiales de las aguas". (Isaías 49, 10)

Preparémonos a recibir en nuestras almas, con ilusión, esos dones divinos. Porque entonces lo que estaba mustio y languidecía volverá a florecer, y una corriente de vida sobrenatural, de savia nueva, devolverá a nuestro corazón la alegría de la juventud.

Siempre me ha llamado la atención el dibujo de arriba, que representa la escena del Evangelio que se nos ofrece el 21 de diciembre:

"¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? (Lucas 1, 43)"

Y, en la última carta que nos escribió Don Javier como Padre y Prelado del Opus Dei, nos decía:

"Cada jornada de esta espera nos sitúa intensamente junto a María y a José, también con Simeón, Ana, y con todos los justos de la antigua Alianza que ansiaban la venida del Mesías. Adentrémonos en las hambres del Señor -porque son sus delicias estar con los hijos de los hombres-, que se manifiestan en la historia de la salvación. ¿Cómo no esforzarnos por corresponder? Volvamos con mayor continuidad nuestros ojos a la Virgen y al santo Patriarca: meditemos cómo aguardaban, con un afán mayor en cada jornada, el nacimiento del Hijo de Dios. Es lógico considerar que, durante los meses que precedieron a ese celestial acontecimiento, sus conversaciones girarían alrededor de Jesús. Cobran gran actualidad las palabras de nuestro Padre: acompaña con gozo a José y a santa María... y escucharás tradiciones de la casa de David;
Oirás hablar de Isabel y de Zacarías, te enternecerás ante el amor purísimo de José, y latirá fuertemente tu corazón cada vez que nombren al Niño que nacerá en Belén... Os sugiero que afinemos con más afecto en el rezo del Ángelus".

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...