domingo, 27 de marzo de 2016

Corazonada


"El primer día después del sábado, llegaron las mujeres al sepulcro..." (Lucas 24, 1)

Más adelante se dirá quiénes son; María Magdalena, Juana, María la madre de Santiago y las demás que estaban con ellas.

Muy temprano. Con lo necesario para embalsamar al Señor.

¿Por qué tanta prisa?

Bien imaginamos alguna pequeña controversia entre ellas:
- ¿Quién nos quitará la piedra de entrada en el sepulcro?
- Nadie -dijo Juana- Pilato ha puesto una patrulla de soldados precisamente para que nadie intente abrir esa puerta.
- ¿Qué hacer, María? -María dirigía la operación-

 Se detuvo un instante y habló con un tono grave, como un rabí: Desde que conozco al Maestro, todas hemos superado obstáculos más graves que una simple piedra por muy pesada que parezca... Ahora lo único que nos pide es que vayamos con él. ¿Habéis visto esos perillos que no se separan jamás de la tumba de sus dueños? Yo no quiero ser menos

- ¡Vamos...Superaremos los obstáculos... Ya lo verán!

"Cuando las santas mujeres llegaron al sepulcro, repararon en que la piedra estaba apartada. ¡Eso pasa siempre!; cuando nos decidimos a hacer lo que debemos, las dificultades se superan fácilmente" (San Josemaría)

¡Decidirse! ¡Incluso con atrevimiento, con audacia!
Aquellas mujeres, siendo muy distintas entre ellas, tenían en común que amaban al Señor. Y todas se deciden a buscarle.
Y es porque en Dios se encuentra la felicidad plena.
Es muy bueno poner todos nuestros deseos de felicidad en Dios.

"Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado" (San Josemaría)

Felicidad ya aquí en la tierra: ¡Tantos momentos inolvidables en Galilea!...
¡Y los que nos aguardan!
Porque es verdad que el Señor ¡ha resucitado!
Hay muchas pruebas convincentes... Y también es una corazonada: Es notar que soy amado, que soy esperado, que soy valioso... Y que mi corazón está hecho para eso. "En Cristo tenemos todos los ideales: porque es Rey, es Amor, es Dios"

¡Feliz Pascua de Resurrección!

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...