lunes, 11 de enero de 2016

Tiempo ordinario


Después de las fiestas navideñas comenzó hoy el Tiempo Ordinario.

Y esta mañana me encontré el siguiente himno que, tras meditar durante días lo que ha significado el conocer al Hijo eterno encarnado, sirve para seguir el camino cantando, más seguros, más hijos en el Hijo:

Con el cuerpo aliviado por el sueño
Desdeñamos el lecho y, levantándonos,
Te pedimos, oh Padre sempiterno,
Que socorras a quienes te cantamos.

Sé lo primero que las almas busquen
Y que las lenguas nombren en sus cantos,
Para que nuestros actos subsiguientes
Tengan en ti su exordio, Padre santo.

(En la foto, artesanías nicaragüenses)

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...