Curso prematrimonial

Mikel Santamaría explica la locura del amor pleno: "Casarse es tirarse SIN paracaídas"

No hay más remedio que reconocer que el amor humano total, que lleva a esa locura que es el matrimonio, es un amor que no se basta a sí mismo.
Y no sólo por lo que pueda pasar en el futuro. No es que sea ingenuo pensar que voy a ser capaz de hacer feliz al otro al cabo de los años, después de tantas vueltas como da la vida.

No se basta a sí mismo porque todo amor humano auténtico es camino del Amor a Dios.

De lo contrario se corre el peligro de buscar en una persona limitada toda la comprensión y delicadeza, esa respuesta total a nuestras ansias infinitas de amor. Y esa respuesta, esa comprensión, esa delicadeza ilimitada, sólo es capaz de darla la Persona Infinita que es Dios.

Esto concuerda con lo que el Papa Francisco decía recientemente en la fiesta del Corpus: "La Eucaristía hace madurar un estilo de vida cristiano. La caridad de Cristo acogida con el corazón abierto nos cambia, nos transforma, nos vuelve capaces de amar, no según una medida humana, siempre limitada, sino según la medida de Dios, o sea sin medida"

¿La foto?: Algunos canarios la reconocerán...