lunes, 30 de junio de 2014

Vieja prodigio


"Se hizo famosa en el valle. A su edad de 86 años aún daba conciertos. El piano era lo suyo.

Hay que entenderlo bien: conciertos a pequeña escala.

No eran audiciones en la mejor sala de conciertos, sino reuniones en su propia casa: tocaba estupendamente y después había una merienda aún más enjundiosa.

Pequeños y adultos iban con gran ilusión a los agradables recitales de la anciana, ya por el refrigerio, ya por la música...quizás por ambas cosas.

La gente de fuera se preguntaba desde cuándo llevaría tocando el piano. porque lo hacía demasiado bien. A veces, incluso le preguntaban: -¿Empezó usted de joven?-; y ella siempre contestaba jovialmente: -En absoluto. La primera vez que toqué un piano fue pasaditos los 70-.

Su respuesta ocasionaba estupefacción, y, al ver la cara de sorpresa de los interlocutores, la anciana añadía divertida: -Deben entender que soy un caso especial: soy una VIEJA PRODIGIO-".

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...