sábado, 24 de mayo de 2014

Bajo tu amparo...


Acudir al auxilio de la Virgen. En estas semanas de mayo, encontramos muchos motivos para honrar y crecer en este aspecto tan cristiano. Hoy se celebra la memoria litúrgica de la Virgen Auxilio de los cristianos.

Álvaro del Portillo, que en septiembre será beatificado, aprendió de sus padres, como en tantos hogares cristianos, a tratar a la Virgen con cariño filial. Cada día recitaba devotamente una oración aprendida de su madre:
Dulce Madre no te alejes,/ tu vista de mí no apartes,/ ven conmigo a todas partes,/ y solo nunca me dejes,/ Ya que me proteges tanto/ como verdadera Madre,/ haz que me bendiga el Padre,/ el Hijo y el Espíritu Santo.
En su aparente sencillez, esta oración tan conocida por el pueblo mexicano encierra un contenido profundo: Nuestra Señora, como intercesora ante la Trinidad Santísima, es camino seguro que siempre conduce a Dios.


En Nicaragua, en cualquier encuentro o reunión, es frecuente que alguien se lance con estas tres palabra: "Bajo tu amparo" para que inmediatamente y al unísono todos continúen:

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos peligros, Virgen gloriosa y bendita.

Y todos tan contentos y seguros...

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...