lunes, 18 de noviembre de 2013

Dúo


Desde África, mi estimado amigo Kabamba, nos ofrece esta nueva reflexión:

¿Estamos abiertos por dentro?:

Sí. Somos un manantial.

El universo depende de Dios solamente en cuanto creado. La persona, en cambio, depende mucho más de Dios, es mucho más que un pensamiento divino: depende de Dios en la medida en que quiere. Es libre.
Depende de Dios como un además que se añade siempre nuevo.

La inmortalidad del espíritu no es el hecho de no morir (el universo podría no acabarse), sino que somos "además". somos un dúo inagotable.

Una computadora no está abierta por dentro. Es sencilla como una vaca (o como una jirafa)
Una computadora (ordenador para los españoles) está abierta por fuera. Por eso se le pueden instalar nuevos programas.
Pero una computadora no crece. A lo más, despliega sus programas.

La persona humana está conectada íntimamente con Dios. De ahí la posibilidad de la novedad. Añadiéndose.

Hay algo en nosotros que es inmortal al ser dual con Dios. Somos un dúo.

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...