sábado, 27 de junio de 2020

La Misa


Ayer, 26 de junio, fue la fiesta de San Josemaría. Este año, debido a la pandemia, no hemos podido celebrar la Misa de la fiesta como solíamos hacerlo todos los años en alguna parroquia de Managua.

Por eso, fue una gran alegría saber que se podría seguir, a través de las redes, la Misa que celebraría el Prelado del Opus Dei en la Iglesia Prelaticia de Nuestra Señora de la Paz en Roma, donde se encuentran los restos mortales del Fundador.

Allí estaba, delante del televisor, a las 11.00 am hora de Nicaragua.

Yo no había experimentado lo que la gran mayoría en este tiempo de pandemia, que es seguir la Misa por internet, ya que puedo celebrar diariamente en nuestro Oratorio.

Me ayudó, entonces, que el Padre, en su homilía tocara ese punto:

"El Hijo del Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos (Mt 20, 28)

Estas palabras, que leeremos en la antífona de la comunión, resumen el caminar terreno de Jesús, que estuvo marcado por la entrega a los demás.

Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo, para que, muertos a los pecados, vivamos para la justicia (1 P 2, 24)

Y este sacrificio se vuelve a hacer presente en la santa Misa, donde Cristo se nos entrega totalmente. Él mismo se ofrece como alimento que nos sostiene, nos llena de su misericordia y de su amor, como lo hizo en el Calvario.

Durante los meses de confinamiento, estamos aprendiendo a valorar más la participación en el Sacrificio eucarístico. Muchas familias, en medio de esta difícil situación, la primera cosa que hacían cada día era seguir por televisión la santa Misa. De ese momento sacaban las fuerzas necesarias para afrontar la jornada y, a la vez, aumentaban su deseo de recibir al Señor sacramentalmente."

(Para nosotros, en Nicaragua, hay que traducirlo al presente: 'la primera cosa que hacen cada día es seguir por televisión la santa Misa. De ese momento sacan las fuerzas necesarias para afrontar la jornada y, a la vez, aumentar su deseo de recibir al Señor sacramentalmente')

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...