viernes, 24 de abril de 2020

¿Héroe?


Miguel Aranguren, al que me gusta leer, escribió ayer un artículo interesante, sobre todo el final, las conclusiones a las que llega.

Comienza diciendo: No soy un héroe, por más que unos y otros digan y repitan que, en este confinamiento por la pandemia, quedarse en casa es una heroicidad.

Y explica, dando muchas razones, por qué no es un héroe. Siempre empieza diciendo: Sería un héroe si... Y termina: Pero no soy un héroe porque...

Para no hacerte largo el cuento, no voy a contarte todas esas razones. Sólo, a modo de ejemplo, la primera de ellas:

"Sería un héroe si viviera en un pequeño piso y sin compañía, y sumara más de setenta décadas sobre los hombros. Lo sería si fuera, insisto, un hombre mayor a cargo de una esposa varada en la neblina de la demencia. Lo sería si me hubiese quedado viudo y todavía deseara encontrármela en cada rincón de la vivienda. Pero no, no soy un héroe porque vivo con mi mujer y mis cuatro hijos, en una comodísima casa de cuatro plantas, con un minúsculo jardín al que vienen los pájaros y donde nos asombramos de los primaverales brotes de los rosales..."

Y así va  describiendo diversas situaciones:

Sería un héroe si las responsabilidades laborales me obligaran  a cumplir cualquier trabajo de cara al público...

Sería un héroe si formara parte del ejército, de la Guardia Civil, de las distintas policías y servicios de seguridad...

Sería un héroe si estuviese encargado de fregar los suelos de las UCIs...

Sería un héroe si hubiese estudiado Medicina, enfermería o cualquier otra destreza sanitaria...

Y aquí la conclusión que saca, muy aprovechable:

" A cambio de esta falta de heroísmo, ¿qué podría ofrecer, qué podría aportar?:

- mi silencio reflexivo

- el propósito de no protestar

- mi sonrisa

- el propósito de que este encierro nos haga mejores a cada uno de los miembros de esta familia

- el propósito de que esta trágica experiencia nos humanice

- el propósito de otorgar a las cosas su auténtica jerarquía

- mi oración

- el propósito de que mi ángel de la guarda lleve a la cabecera de cada enfermo algo de consuelo"

Y con tan poco, no puedo ser un héroe

¿O sí?

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...