El martes fallecía en Murcia mi tía Mary, una de las hermanas pequeñas de mi padre.
Muchas horas pasé en su casa, piso abajo de la mía, jugando con mis primos Carlos, Esther, Alberto y María. Después vinieron Gaby y Clara.
Esta mañana, en un rato de meditación delante del Sagrario, se hablaba de que "Dios es muy acogedor" Y pensé que así era también nuestra "tita Mary": acogedora.
Recuerdo que en Navidades gustaba cantar con fuerza: ¡Viva la Pascua!
Eso es lo que acaba de vivir ahora: La Pascua, el paso a la casa del Padre eterno.
1 comentario:
Gracias Alfredo, por acordarte en tu blog de mi madre. Falleció reconfortada por mi padre y todos nosotros, nietos, sobrinos, etc..pero sobre todo por su fe. Don Juan, párroco de San Nicolás, señalaba en la homilía de su funeral que se hacía raro una misa de 12 y 30 del Domingo sin mis padres en primera fila. Mi padres han vivido profundamente la fe, nos la han transmitido con su ejemplo, y esa fe, como tú señalas en tu blog, le ha dado a mi madre el paso a la vida eterna.
Gracias, Alfredo por tu blog y gracias, mamá por tu ejemplo.
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