domingo, 26 de febrero de 2017

Noviazgo en Harvard. Mucho más


Entresaco algunos fragmentos de una entrevista a Emily Marcucci, graduada por la Universidad de Harvard, casada desde hace 15 años con Michael Marcucci y madre de 8 hijos: Madeline (16), John (13), Theresa (11), Josephine (10), Anthony (8), James (6), Thomas (6) y Anne (2)

Es una pena que para no hacer largo el cuento no copie la entrevista entera.

- Cuando eráis novios, ¿cómo planteasteis Mike y tú el tema de la familia?

Mike y yo nos conocimos en la Universidad de Harvard y estuvimos saliendo durante seis meses antes de comprometernos. Mike me propuso matrimonio poco después de graduarse, aunque a mí aún me quedaba un año. Dimos un hermoso testimonio en la universidad, porque en Harvard no son habituales ni noviazgos tan breves ni matrimonios a tan joven edad. Durante el noviazgo, pensábamos ya en construir una familia numerosa...

- ¿Es difícil ser madre de ocho hijos?

Seré sincera: sí... Para educar a un niño tienes que estar dispuesta a la frustración, porque no siempre crecen como tú querrías -es más, casi nunca-. Así que educar a tantos niños requiere paciencia y buen humor. ¡No todas las casas funcionan con la disciplina militar de la familia de 'Sonrisas y lágrimas'!

 (Tenemos un gran pizarrón en la cocina que describe el horario del día y las tareas de cada uno. Esta pizarra familiar es conocida por los niños como el 'Marcucci Family Information Center')

Una amiga me dio un buen consejo: ella se despierta antes que nadie, se hace un buen café, reza unos minutos y planea su día. Esos minutos de tranquilidad le dan otra perpectiva a la 'batalla'. No es fácil levantarse la primera, pero vale la pena.

- El Papa Francisco nos pide que oremos mucho por las familias. ¿Cuál crees que es el mayor reto?

En Estados Unidos, el mayor peligro es seguir un estilo de vida que deje poco tiempo para la reflexión. Vamos de actividad en actividad, y corremos el riesgo de sacrificar la cena familiar, que para nosotros es fundamental. En la cena, con los niños, a veces hacemos un sencillo juego, que llamamos 'Highs and Lows? ('Altos y Bajos'): cada uno comparte su mejor y su peor momento del día. Cuando toca a los más pequeños, es realmente divertido.

- ¿Tienes algún consejo para las parejas recién casadas?

Sí, que no se olviden de hacer su matrimonio cada día más fuerte. A veces se requiere más tiempo y esfuerzo del que uno habría imaginado. Se va conociendo mejor al cónyuge, que no es siempre el que nos enamoró durante el noviazgo, sino que cambia con los años. También nosotros cambiamos. Por lo tanto, el amor tiene que adaptarse, que hacerse más maduro. Pero es necesario concretar este propósito, no puede quedarse en un deseo: a veces basta una decisión al día: sacar la basura, preguntar al otro sobre un tema que sabemos le gusta, no insistir cuando es obvio que el otro se ha equivocado...

Sí, aunque parezca mentira, tras la batalla de cada día, al llegar la noche ambos admitimos que nos queremos más, mucho más, que durante aquellos pacíficos y tranquilos meses de noviazgo en Harvard.

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...