domingo, 2 de febrero de 2014

Salve Madre


Uno de estos días, celebrando el oficio de Santa María en la liturgia de las horas, me encontré con el conocido himno:

Salve, Madre; en la tierra de tus amores,
te saludan los cantos que alza el amor.
Reina de nuestras almas, flor de las flores,
muestra aquí de tu gloria los resplandores,
que en el cielo tan sólo te aman mejor.

Virgen santa, Virgen pura,
vida, esperanza y dulzura
del alma que en confía;
Madre de Dios, Madre mía,
mientras mi vida alentare
todo mi amor para ti;
mas si mi amor te olvidare...,
Madre mía, Madre mía,
aunque mi amor te olvidare,
tú no te olvides de mí.

Y claro, vino enseguida el recuerdo vivo de las Primeras Comuniones en el Colegio Guaydil cuando, al final de la ceremonia, volteadas las niñas hacia el retablo -una representación de la Huída a Egipto de Murillo- y mirando a la Virgen, se cantaba melodiosamente el "Salve, Madre".

Hoy, 2 de febrero, celebramos la Purificación de Nuestra Señora y Presentación de Jesús en el Templo.
¡Felicidades a todas las Puritas!
Hoy también es el Primero de los Siete Domingos de San José, quien aparece igualmente en la foto del retablo: ¡Bendito sea San José, su castísimo esposo!

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...