A las 4 de la madrugada allí estábamos, delante del televisor, para seguir en directo el Consistorio y la creación de nuevos Cardenales de la Iglesia Católica, entre ellos nuestro Arzobispo de Managua, Mons. Leopoldo.
De toda la solemne ceremonia, para mí el momento más emocionante fue ver subir en solitario a cada uno de ellos las gradas que les acercaban a la sede donde esperaba el Vicario de Cristo. Más aún, después de haber oído al Papa Francisco recordarles que Jesús les invitaba a caminar tras Él. Y eso no es fácil, no es cómodo, porque la vía escogida por Jesús es la vía de la cruz...
Cuando ví subir las gradas a Mons. Leopoldo pensé con muchos "nicas": ¡No va solo, le acompañamos...!
Parece que lo notó.
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