viernes, 7 de junio de 2013

Graduación


¡Qué bueno es Dios. Nos envió a su Hijo, Jesús!
Jesús, a los 5 o 6 años avanzaría en la escuela de Nazaret, en la sinagoga. Su graduación fue hasta los 12 años, cuando sus padres lo llevaron al gran templo de Jerusalén.
Jesús crecía en gracia, en edad y en sabiduría, delante de Dios y de los hombres.

Ahora, en el mes de junio, Jesús bendice a estos niños y niñas de kinder que terminan una etapa y se disponen a pasar a "primaria" en "Altamar" (no en la orilla, sino mar adentro) y en "Maderos" (en la cumbre, donde crecen los árboles altos)

Forman la primera promoción que se gradúa en la nueva sede del colegio. Han ocurrido muchas cosas este curso, muchas historias...como las que contamos en el aula. Entre ellas la elección del Papa Francisco.
Si estuviéramos en Roma la habríamos invitado a nuestra graduación. Y hubiera venido, porque en Buenos Aires visitaba con frecuencia un colegio como el nuestro. Y probablemente jugaría con ustedes, niños, les abrazaría y les colocaría su sombrerito blanco, intercambiado por el birrete que ahora llevan, como hizo hace poco con una niña que se lanzó a saludarle.

Le pido al Señor que este espíritu nuestro, este parecernos a Cristo, la alegría, la humildad, el trabajo hecho por amor, la pobreza, la generosidad, la amistad...se vaya propagando, vaya creciendo en estos niños y niñas que se gradúan hoy.
Crecen en edad, en sabiduría...pero lo que más queremos es que crezcan en gracia de Dios.
Todas estas razones son las que nos empujan a llevar adelante nuestros colegios.
Felicidades a los papás y mamás, a las familias de estos niños y niñas. No duden de que Dios les bendice en sus hijos e hijas.

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...