miércoles, 11 de julio de 2012

Aprender a bailar

A los paganos la muerte los paraliza, no quieren pensar en ella. En cambio para los cristianos, para los que han pretendido pasar por la tierra dejando poso, para los que ponen en juego todos los talentos que Dios les ha dado, para los que sirven a los demás, para los que tratan a Dios como lo que es, como a un buen Padre...entonces la muerte es el PASO obligado a una eternidad feliz que nos ha prometido.

Es el paso obligado. Es, siguiendo a mi amigo KABAMBA, empezar a bailar. A bailar un PASODOBLE.

Muchos filósofos no saben o no quieren explicar el tema de la muerte. Y es sencillo. Es bailar un pasodoble:
Primer paso: Darnos cuenta que la unión alma-cuerpo no es suficientemente estrecha para altos vuelos. (Hay quien dice que la mujer tiene el alma más pegada al cuerpo que el hombre y quizás por eso son más longevas y les va a costar menos trabajo resucitar)
Segundo paso: Dejarle la iniciativa al alma. Que el alma tire del cuerpo. Eso sí, que el alma se deje llevar por la música. Esa música, la gracia sobrenatural, ese Dios, ¡las Personas Divinas! actividad inagotable.

Pues en esta vida, y no hay tiempo que perder, hay que APRENDER A BAILAR. Y con la muerte, que vendrá cuando Dios vea que es el momento oportuno, empieza el baile.

Un último apunte: La mejor profesora de baile es María, la Madre de Jesús. Tan es así que su alma se llevó a su cuerpo bailando hasta el Cielo. "En cuerpo y alma ha subido a los Cielos nuestra Madre. Repítele que, como hijos, no queremos separarnos de Ella...¡Te escuchará!"

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...