lunes, 6 de octubre de 2008

Sombrillas blancas

La última vez que estuve en Roma fue hace seis años, cuando la canonización de San Josemaría.
Fuí uno de los muchos sacerdotes que dieron la Comunión en la plaza de San Pedro.
Jesús Sacramentado bajo sombrillas blancas, a modo de palio.
Inolvidable.

Buen deseo es no sólo "recibir" sino también "dar" la Comunión con el "espíritu y fervor de los santos"



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me pregunto: Por que si San Josemaría fue un hombre tan jovial, risueño, con un halo envolvente que transmitía simpatía, amistad, cercanía, bondad, santidad. En cambio sus seguidores, tanto sacerdotes como laicos,son tan ceremoniosos, antipáticos, cerrados, maltratan a los demás fieles en la misa. ¿por que? ¿por que??? ¿POR QUE?????
Por ejemplo en mi parroquia, que tiene sacerdote del Opus, (y a mis hijos adolescentes les tengo prohibido terminantemente participar de cualquier grupo parroquial para evitar que se "contaminen") ¡Tanto les cuesta decir: "Podemos tomar asiento", en vez de SENTADOS, o..."Nos ponemos de pié" en lugar de DE PIE a secas.

Padre Roberto dijo...

Le pido perdón por lo que a mí me pueda tocar.

Los cristianos no sólo perdonamos, sino que también debemos pedir perdón.

Conchita Gil dijo...

Pues a mí, mis dos hijos del Opus Dei me parecen simpáticos, abiertos y delicados.

F. Quirós senior dijo...

Pero Conchi, ese señor no habla de tus hijos.

Hay de todo en la viña del Señor.

Roberto Gómez dijo...

Pues yo he sido del Opus Dei, y he visto a la gente alegre. Soy Cooperador y sigo viendo a la gente alegre...es más, a todo aquel que busca la santidad, el trato diario con el Señor, es alegre. Porque la alegría es una consecuencia natural del trato diario con Cristo, con su Madre, con el Paráclito, ...
Pero, sin querer faltar a la caridad, muchas de las veces, la tristeza se encuentra en el que mira , no en el que es mirado (..."no quiero que se contaminen"...). ¿Qué los hay más simpáticos o menos?. La Gracia no violenta nuestra naturaleza, y todos somos llamados a la santidad. No podemos desear que los demás se amolden a nuestros pareceres, cmplan nuestros gustos.

¿Un remedio?. No soy quién para darlo...pero lo daré, porque para chulo...chulo, ¡yo!. Mirara al sacerdote como otro Cristo, no "uno del Opus", "un jesuita", o lo que sea. ¡No!. ¡Otro Cristo!. Hombre, como tú y como yo, con sus defectos y con sus virtudes, del que, con mi oración y mortificación diaria, soy responsable de su fidelidad a Dios.
¿Y de lo que no me gusta de los demás?. Pues, con mis defectos voy "sobrao", y el Señor me los perdona todos, ¿quién voy a ser yo para andar buscando defectos de los demás?.

Creo que me he extendido un poco.

Y como apunte: no son "seguidores de san Josemaría", son seguidores de CRISTO, con una vocación específica,laical, donde el trabajo y la vidad ordinaria es el fundamento de su santidad.


Ahora sí que me voy, pidiendo perdón por todo aquello en lo que me haya sobrepasado.


Un saludo.

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...