Abrazos

 

Carlitos Alcaraz nos ha entusiasmado a los que nos gusta el tenis con su primera gran victoria en uno de los torneos más importantes, el de Miami.

Al ser paisano mío le he seguido atentamente, no sólo en lo que se refiere a los resultados en la cancha, sino en otros aspectos. Además, mi prima Puri me iba informando puntualmente desde Murcia.

Su entrenador, Juan Carlos Ferrero, tuvo que regresar a España durante la gira de Carlitos por tierras americanas, porque falleció su padre. Por teléfono seguían hablando todos los días para preparar los partidos.

Lo bonito ha sido que, llegando Carlitos a la final de Miami contra un jugador de Noruega, Juan Carlos quiso darle una gran sorpresa y, casi con el tiempo justo, cogió un vuelo y se plantó en Miami para acompañar a su pupilo en la gran final.

Nada más terminar el último punto, con el que se proclamaba campeón, y tras saludar a su rival, Carlitos fue corriendo adonde estaba Juan Carlos, superó la valla de la tribuna y se fundió en un abrazo largo con Juan Carlos. A éste se le saltaron las lágrimas.

"Me chiflan los abrazos" le oí a alguien hace poco. "De los tuyos, de los de 8 segundos"