jueves, 31 de marzo de 2022

La Cruz, cumbre de la libertad

 


"El Señor vivió la cumbre de su libertad en la cruz, como cumbre del amor. En el Calvario le gritaban: 'Si eres Hijo de Dios baja de la cruz'; allí demostró su libertad de Hijo precisamente permaneciendo en aquel patíbulo para cumplir a fondo la voluntad misericordiosa del Padre" (Benedicto XVI)

No se queda en la cruz por deseo de sufrir sin más, si no para demostrar que, incluso en esas circunstancias dolorosas y terribles, el amor de Dios es mayor que cualquier otra fuerza. El bien que se alcanza es muy grande: se abre para el hombre el camino de vuelta a casa.

Y, como Jesús, en nuestro camino por hacer la voluntad de Dios también encontraremos la cruz y la posibilidad de experimentar que el amor de Dios es mayor que cualquier otra fuerza.

Aunque no siempre  lo podamos ver con total claridad, esa experiencia puede ser camino y expresión de amor. 

A veces habrá momentos en los que esa cruz se nos haga más pesada, pero vemos que el Señor prefiere caer abrazado a ella, antes que soltarla. 

Llegar al Calvario cuesta, pero "esa pelea es una maravilla, una auténtica muestra del amor de Dios, que nos quiere fuertes, porque la virtud se fortalece en la debilidad" (San Josemaría)

El mismo Jesús nos ayudará a asociarnos a la amorosa voluntad del Padre, que trae la alegría, la paz, e incluso la felicidad de la cruz.

(La foto es de la Catedral de Granada. Nicaragua)

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...