Rogativa

 

"Pedid y se os dará" (Mateo 7, 7)

¿Para qué sirve rezar si muchas veces hemos pedido cosas buenas y no se nos han conseguido?

Nos lo explica San Agustín: "Nuestro Dios y Señor no pretende que le descubramos nuestros deseos, pues él ciertamente no puede desconocerlos, sino que pretende que, por la oración, se acreciente nuestra capacidad de desear, para que así nos hagamos más capaces de recibir los dones que nos prepara. Sus dones, en efecto, son muy grandes y nuestra capacidad de recibir es pequeña e insignificante"

Así, esa rogativas ayudan a las personas o intenciones por las que rezamos, pero también redundan en beneficio nuestro. El Señor es Padre, y por eso nos dará mucho más de aquello a lo que nosotros aspiramos.

Ayer en Murcia, me contaron, tuvo lugar algo que hacía muchísimo tiempo no se repetía: Una procesión rogativa. Se rezó por el final de la pandemia y por el fin de la guerra en Ucrania.

La Virgen de la Fuensanta, patrona de Murcia, salió de la Catedral, vestida con un manto del siglo XVIII morado por la Cuaresma, hacia el Puente Viejo, donde se encontró con Nuestro Padre Jesús Nazareno, el titular de la Procesión del Viernes Santo murciano.

 ¡Debió ser emocionante!

Miles de fieles siguieron a su Morenica y a Jesús Nazareno a lo largo de todo el recorrido hasta su vuelta a la Catedral, rezando, rezando...

Entre las fotos que se han compartido, me llama la atención una en la que se ve que casi toda la gente está colocada a un lado de la calle y no al otro ¿por qué?

¡Los murcianos saben muy bien hacia qué lado te mira el Nazareno!

"Pedid y se os dará"