Hacía tiempo que no me metía en el blog de mi amigo Kabamba y, justo hoy, cuando me toca dar una clase sobre la libertad, la ley y la conciencia, me encuentro con esta pregunta:
¿Basta ser libre para ser libres?
Y he aquí la respuesta de Joseph:
NO. Todas las dimensiones del hombre son duales. La libertad trascendental tiene dos miembros: libertad nativa y libertad de destinación.
Aunque el hogar de la religiosidad sea la libertad, no basta con que el hombre sea radicalmente libre, para vivir en paz frente a cualquier Poder.
También su horizonte debe ser despejado y cálido.
La libertad nativa nos confía un encargo y nuestra vida, con la libertad de destinación, se transforma en aventura.
La libertad nativa es la radicalidad de ser hijos de Dios.
La destinación de la libertad es horizonte.
Somos libres, pero sólo con la verdad se abrirá el horizonte.
( La foto es de las islas Canarias, un "drago" y al fondo, el Teide )
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