Antes de pasar a la Carta C-16, una explicación a la foto que abre esta entrada. Me parece que es de 1978, con Fede, mi hermano, recién ordenado sacerdote. Está tomada en "La Loma", la casa del Verdolay donde pasamos tantos veranos. Junto a mis padres, Federico y Conchita, está nuestra abuela materna, la abuelita Lola, que vivió siempre con nosotros porque enviudó muy joven.
Ahora, la carta, once meses después del fallecimiento de mamá:
Kinshasa, 9 de enero del 2022
Mamaíca mía:
Ya sabes que empecé el año repitiendo: Jesús, María y José, que esté siempre con los tres.
Y me va muy bien.
Pensando en felicitarte el año nuevo en el Cielo, busqué el número tres:
Papá, mamá y..., ¡la abuelita Lola!
Como el 11 es su cumpleaños (añado yo: la abuelita Lola nació el 11 de enero de 1903 y falleció el 29 de abril de 2006, con 103 años) y una fecha muy importante para mí (vuelvo a añadir: me huelo que algo tiene que ver con la Obra) lo celebraremos por todo lo alto.
Te envío también los saludos de algunos amigos actuales:
Qué diferencia con las fotos que te mandé en 2014 para enseñarte mi regalo navideño:
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