viernes, 4 de abril de 2014
Via Pulchritudinis
Dice el Papa Francisco en su carta sobre la alegría de evangelizar que es bueno que toda catequesis preste una especial atención al "camino de la belleza" (via pulchritudinis) Anunciar a Cristo significa mostrar que creer en Él y seguirlo no es sólo algo verdadero y justo, sino también bello, capaz de colmar de un nuevo resplandor y de un gozo profundo, aun en medio de las pruebas.
Eso ha removido a muchos no cristianos, no creyentes: La vía de la belleza.
Así, por ejemplo, se cuenta este episodio en el libro "Los cerezos en flor":
"Me dijeron que cada semana predicaba un sacerdote en aquel oratorio, y comencé a acudir, aunque no entendía nada de lo que decía, porque hablaba en inglés y yo solo sabía japonés... Dios se sirve de muchos caminos para darse a conocer. El mío fue el de la belleza. Gracias a aquel oratorio, sin saber la Maravilla que contenía, intuí la hermosura de la vida cristiana, y experimenté en mi alma una transformación interior que me fue elevando, como en un in crescendo hacia lo Alto"
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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
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