"Quien conoce la Palabra divina conoce también el sentido de cada criatura.
No es lo mismo el ser del universo, para el que el Verbo es ciertamente fundamento, que el ser de la persona humana, para el que el Verbo es su réplica, en diálogo amoroso, sin quitar la libertad.
Aunque hablar de construir la propia vida es correcto, sería mejor, a mi parecer -dice l'abbé Quirós- hablar de conducir la propia vida. La ética es el arte de guiar la vida hacia la felicidad.
Realista es entonces el que reconoce en el Verbo de Dios su destino libre, su réplica.
La frase siguiente es muy certera: -Antes o después, el tener, el placer y el poder se manifiestan incapaces de colmar las aspiraciones más profundas del corazón humano-.
Las citas escriturísticas apoyan la idea de construcción. La que me parece más luminosa es: "Por tu palabra echaré las redes" (Luc 5, 5).
Ser realista es buscar, como los pescadores del mar de Galilea, el don que será aceptado por el Creador".
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