Ayer, día de los Santos Inocentes, al meditar delante del "belén" de mi casa, me fijé en el único niño, aparte de Jesús, que se encuentra entre todas las figuritas. En la foto, en el fondo, de la mano de su madre.
En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
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