"El belén es expresión de nuestra espera, de que Dios se acerque a nosotros, de que Jesús se acerque a nosotros, pero también de la acción de gracias a Aquel que decidió compartir nuestra condición humana, en la pobreza y en la sencillez. Me alegro -ha dicho Benedicto XVI hoy- porque permanece viva, e incluso se está redescubriendo, la tradición de preparar el belén en las casas, EN LOS LUGARES DE TRABAJO, en los lugares de encuentro. Que este testimonio genuino de fe cristiana pueda ofrecer también hoy para todos los hombres de buena voluntad un icono sugerente del amor infinito del Padre hacia todos nosotros. Que los corazones de los niños y de los adultos puedan aún sorprederse ante él".
En la foto el belén del departamento cardiovascular del CIMA de la Universidad de Navarra. Los necesitamos porque el encuentro con Dios va a ser emocionante.
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