Tendría unos quince años cuando mi hermano mayor me invitó a una peregrinación nocturna al Sagrado Corazón de Jesús en Monteagudo. Tras dudarlo mucho, pudo más la comodidad y dije que no. Han pasado cuarenta años desde entonces y no se me olvida.
A mí me invitó Paco, fuimos con su padre y su hermano Jose. Impresionante avanzar entre las columnas prietas de hombres. Nosotros éramos unos chavales.
En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
3 comentarios:
Esta entrada es a propósito porque ayer hablé con mis padres y me comentaron que hay quien quiere desmontar esa imagen tan grabada en mi memoria.
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Cuando una puerta se cierra otra se abre.
A mí me invitó Paco, fuimos con su padre y su hermano Jose.
Impresionante avanzar entre las columnas prietas de hombres. Nosotros éramos unos chavales.
Mucho reparamos.
¡Que se note!
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Desde mi atalaya puedo asegurar que aquella Eucaristía en lo alto del crro cambió mi eternidad.
Y la de los míos.
Sí Fede.
Era muy impresionante ver a tantos hombres rezando con entusiasmo, hasta colgados de los árboles.
Haré lo que pueda...
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