sábado, 3 de enero de 2009

Ya vienen los Reyes Magos

¿Papá?
-Sí, hija, cuéntame
-Oye, quiero...que me digas la verdad
-Claro, hija. Siempre te la digo
-¿Existen los Reyes Magos?
El padre de Blanca se quedó mudo, miró a su mujer, intentando descubrir el origen de aquella pregunta, pero sólo pudo ver un rostro tan sorprendido como el suyo que le miraba igualmente.
-Las niñas dicen que son los padres. ¿Es verdad?
La nueva pregunta de Blanca le obligó a volver la mirada hacia la niña y tragando saliva le dijo:
-¿Y tú que crees, hija?
-Yo no sé papá, que sí y que no. Por un lado me parece que sí que existen porque tú no me engañas, pero como las niñas dicen eso.
-Mira, hija, efectivamente son los padres los que ponen los regalos pero...
-¿Entonces es verdad? ¡Me habéis engañado!
-No, mira, nunca te hemos engañado porque los Reyes Magos sí que existen.
-Entonces no lo entiendo papá.
-Siéntate, Blanquita, y escucha esta historia que te voy a contar porque ya ha llegado la hora que puedas comprenderla:

Cuando el Niño Jesús nació, tres Reyes que venían de Oriente guiados por una gran estrella se acercaron al portal para adorarle. Le llevaron regalos en prueba de amor y respeto y el Niño se puso tan contento y parecía tan feliz que el más anciano de los Reyes, Melcho, dijo:
-¡Es maravilloso ver tan feliz a un niño! Deberíamosllevar regalos a todos los niños del mundo.
-Oh sí, exclamó Gaspar. Es una buena idea, pero es muy difícil de hacer. No seremos capaces.
Baltasar, que estaba escuchando a sus dos compañeros, con cara de alegría, comentó:
-Es verdad que sería fantástico, pero Gaspar tiene razón y, aunque somos magos, ya somos ancianos y nos resultaría muy difícil recorrer el mundo entero.
Los tres Reyes se pusieron tristes al pensar que no podrían realizar su deseo. Y el Niño Jesús, que desde su pobre cunita parecía escucharles muy atento, sonrió y su voz se escuchó en el portal:
-Sois muy buenos, queridos Reyes Magos, y os agradezco vuestros regalos. Voy a ayudaros a realizar vuestro hermoso deseo. Decidme: ¿qué necesitáis para poder llevar regalos a todos los niños?
-¡Oh! necesitaríamos millones y millones de pajes.
-No os preocupéis por eso. Yo os voy a dar, no uno, sino dos pajes para cada niño que hay en el mundo.
-Sería fantástico. Pero, ¿cómo es posible?
-Decidme, ¿no es verdad que los pajes que os gustarían tener deben querer mucho a los niños?
-Sí, claro
-Y, ¿verdad que esos pajes deberían conocer muy bien los deseos de los niños?
-Sí, sí. Eso es lo que exigiríamos a un paje.
- Y, ¿quién mejor que sus propios padres?

Los tres Reyes se miraron asintiendo y empezando a comprender lo que el Niño Jesús estaba planeando, cuando su voz de nuevo se volvió a oír:
-Puesto que así lo habéis querido y para que en nombre de los tres Reyes Magos de Oriente todos los niños del mundo reciban algunos regalos, Yo ordeno que en Navidad todos los padres se conviertan en vuestros pajes, y que en vuestro nombre, y de vuestra parte regalen a sus hijos los regalos que deseen. También ordeno que, mientras los niños sean pequeños, la entrega de regalos se haga como si la hicieran los propios Reyes Magos. Pero cuando los niños sean suficientemente mayores para entender esto, los padres les contarán esta historia y a partir de entonces, en todas las Navidades, los niños harán también regalos a sus padres en prueba de cariño. Y recordarán que gracias a los Tres Reyes Magos todos son más felices.

Cuando el padre de Blanca hubo terminado, la niña se levantó y dando un beso a sus padres dijo:
-Ahora sí que lo entiendo todo, papá. Y estoy muy contenta de saber que me queréis y que no me habéis engañado.
Y corriendo se dirigió a su cuarto, regresando con su hucha en la mano mientras decía:
-No sé si tendré bastante para compraros algún regalo, pero para el año que viene ya guardaré más dinero.
Y todos se abrazaban mientras, abuen seguro, desde el cielo, tres Reyes Magos contemplaban la escena tremendamente satisfechos.

Historia, gentileza de mi prima María Luisa. Espero que no se haya hecho muy largo el cuento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola,me llamo miranda y tengo 9 años yo me creo esta historia porque me ha hecho quitarme mis dudas sobre los reyes y asi poder crer otra ver muchas gracias por la historia un beso.

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...