sábado, 16 de agosto de 2008

La Niña




Cuando San Pablo llega a Atenas y ve el altar al Dios desconocido, se conmueve. Y le servirá para decir a los griegos que venía a anunciar a ese Dios que veneraban sin conocer. Sus poetas lo han dicho: somos de la sangre de Dios, del linaje de Dios.

Me acordaba al ver que la China tiene un corazón humano. Es una criatura. La China es una niña.

Pienso en nuestro sacerdocio. Somos de la Sangre de Dios. Y anunciamos al mundo que la China es también hija de Dios.

Cada nación es una niña.

Y María, nuestra Madre, es la Niña del Cielo.

3 comentarios:

Paco Giménez dijo...

Me ha gustado.

Pero, por qué es un cuento del Congo?

Alfredo Quirós dijo...

Porque La Repúplica Democrática del Congo es otra niña

F. Quirós senior dijo...

Murcia también.

¿Entonces?

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...