Por más grandes que sean los esfuerzos de los que reman, una barca avanza mucho más rápidamente impulsada por el viento; del mismo modo, los progresos humanos resultan casi insignificantes frente a la fuerza del Espíritu, que sopla donde quiere.
En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...
1 comentario:
Lo misterioso es que Dios cree las barcas y los barcos.
Somos cooperadores de Dios.
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