viernes, 22 de agosto de 2008

Olimpiada sobrenatural

Por más grandes que sean los esfuerzos de los que reman, una barca avanza mucho más rápidamente impulsada por el viento; del mismo modo, los progresos humanos resultan casi insignificantes frente a la fuerza del Espíritu, que sopla donde quiere.

1 comentario:

abbé Quirós dijo...

Lo misterioso es que Dios cree las barcas y los barcos.

Somos cooperadores de Dios.

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...