miércoles, 16 de agosto de 2017

¡Vamos!


"Me llamo Sirje, soy médico anestesista. Fui bautizada en la iglesia evangélica luterana y recibí incluso la confirmación, pero no puedo decir que fuera una buena cristiana.

No sabía nada acerca del Opus Dei ni de su Fundador. La primera vez que oí hablar fue en un medio de difusión calumnioso. No me convenció y, curiosa como soy, comencé a investigar hasta que di con san Josemaría y su libro Camino.

Fue un amor a primera vista. Pensé que era justo lo que necesitaba: sabiduría, espíritu directo y concreto. Era exactamente lo que había echado en falta toda mi vida. Aunque siempre se me haya considerado una mujer fuerte, también yo necesitaba protección y buen consejo.

Busqué y encontré el centro del Opus Dei en Estonia, y me hice cooperadora. De esta manera fui poco a poco llegando a Dios. Comencé a ir a los cursos de catequesis para conocer mejor la fe católica. Aprendí a rezar como enseña san Josemaría. Pronto comprendí que en la vida espiritual no se puede avanzar sin la guía de un maestro. He recibido mucha ayuda de la dirección espiritual.

Como médico debo solucionar con frecuencia situaciones críticas y realizar rápidamente intervenciones complejas, que pueden llegar a ocasionar complicaciones. Pero ahora tengo un ayudante a mi lado. Me dirijo a san Josemaría, rezo un avemaría y le digo una sencilla palabra en español: '¡Vamos!'
Funciona de maravilla. Me siento así mucho más segura y sobre todo más tranquila."

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...