miércoles, 7 de septiembre de 2016

Murcia morisca


En Villa Fontana, Juancho es nuestro historiador. A él acudimos para que nos instruya en los avatares de la historia, sea de donde sea.

Ahora que Murcia está de feria, seguro que le parece interesante este apunte:

"La invasión árabe de la Península ibérica comenzó sobre el año 711, cuando reinaban los visigodos. Y en el territorio que ocupa actualmente la ciudad de Murcia no había nada hasta su fundación, muchos años después, sobre el 825.

Cuenta la leyenda que cerca de Lorca estaban establecidos dos clanes árabes que mantenían rivalidades durante años. Estos eran los 'Muradíes' y los 'Yemeníes'.

Un cierto día, un yemení llenó un cántaro de agua en el río de Lorca y para taparlo utilizó una hoja de parra de la finca de un mudarí, que lo observaba y consideró el hecho una ofensa. Comenzó una discusión que terminó con la muerte del yemení.

Como en su cultura se hacía obligatoria la venganza de sangre, se incrementó la rivalidad tribal generando luchas e inseguridad del territorio.

Para apaciguar la zona, el emir Abderramán II mandó tropas desde Córdoba una primera vez, que con solo llegar provocaron que los contendientes se dispersaran.

Conseguida la paz en el territorio, las tropas cordobesas se retiraron, pero pronto volvieron las rivalidades.

En uno de esos encuentros entre los dos clanes rivales hubo 3.000 muertos en las proximidades de Lorca, por lo que se hizo necesario que las tropas de Abderramán II regresaran una segunda vez.

Pero en esta ocasión Abderramán ordenó que se construyese la ciudad en el centro de la llanura que ocupa el Valle del Segura, y junto al río que era conocido por los árabes como Río Blanco (Wadi al-Abyad)

Desde la fundación de la ciudad, el emir Abderramán II ordenó establecer la capital de Tudmir en Murcia como sede administrativa del territorio"

Hasta aquí la leyenda. ¿Será cierta?. Todo empieza por una hoja de parra...

(Bonito el grabado de la Murcia de entonces, con la Cordillera de la Cresta del Gallo al fondo)

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En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...