Mientras en la Iglesia tengan actualidad Belén, Nazaret o el Calvario, tendrán siempre un puesto de honor aquellas hazañas cristianas que más se le parezcan. Teresa de Jesús conoció los problemas de su tiempo e hizo lo que pudo: crear una pequeña comunidad donde se viviera el Evangelio en toda su pureza. Pretendió hacer algo que no "que se viera" sino algo "que no se viera" pero con una enorme potencia espiritual, la de la oración y el sacrificio.
¿Por qué San José?
"De San José dice Santa Teresa, en el libro de su vida: Quien no hallare maestro que le enseñe oración, tome este glorioso Santo por maestro, y no errará en el camino.
El consejo viene de alma experimentada. Síguelo"
La foto es de la fachada del Monasterio, gentileza de Carlos Mairena en su reciente visita a Ávila.
AVISO: Hoy marcho de CURSO DE RETIRO a Costa Rica. En los próximos días no me asomaré por el blog. Hay que mirar por otras ventanas.
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