miércoles, 25 de mayo de 2011

El Hijo (tercera y penúltima parte)



El hombre murió años más tarde y se anunció una subasta con todas las pinturas que poseía. Mucha gente importante e influyente acudió con grandes expectativas de hacerse con un famoso cuadro de la colección.

El subastador golpeó su mazo y dio inicio a la subasta.
"Empezaremos con este retrato del hijo. ¿Quién ofrece por este retrato?"
Hubo un gran silencio.
Entonces, una voz del fondo de la habitación gritó: "Queremos ver las pinturas famosas; olvídese de esa".
Sin embargo , el subastador persistió: "¿Alguien ofrece algo por esta?"
Otra voz con enojo: "No venimos por esa pintura, venimos por los Rembrandts, los Van Gogh... ¡Vamos a las ofertas de verdad!"
Pero aún así el subastador continuaba su labor: "El hijo, el hijo, el hijo...¿Quién se lleva El hijo? ¿Quién ofrece 100$? ¿200$?

Finalmente, una voz se oyó atrás; era el viejo jardinero de la casa. Siendo un hombre muy pobre ofreció lo único que podía ofrecer, 10$
"Tenemos 10$, ¿quién da 20$?", gritó el subastador.
La multitud se estaba enojando mucho. No querían la pintura del hijo. Querían las que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones.

El subastador golpeó por fin el mazo: "Va una, van dos...Vendida por 10$".

Continuará con la cuarta y última parte

1 comentario:

Pollo con almendras dijo...

De verdad que esto me tiene intrigado.

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...