El rector de Lovaina flamenca (los congoleses siempre miramos hacia Bélgica), piensa que los profesores de Ética de su universidad son lo bastante adultos para no necesitar de la tutela de la jerarquía eclesiástica.
Van a votar si continúan siendo una universidad "católica".
Es un ejemplo actual de lo que el Papa dice en la Verbum Domini, 23: "En nuestra época se ha difundido lamentablemente, sobre todo en Occidente, la idea de que Dios es extraño a la vida y a los problemas del hombre y, más aún, de que su presencia puede ser incluso una amenaza para su autonomía. En realidad, toda la economía de la salvación nos muestra que Dios habla e interviene en la historia en favor del hombre y de su salvación integral".
Si la Ética, como dice mi amigo Kabamba es el arte de conducir la vida hacia la felicidad, la Palabra de Dios, que nunca se impone con violencia, no es la tutela de la Ley, sino la inmersión en la libertad de los hijos de Dios.
El adjetivo católico debería significar "libertad". Si el rector de Lovaina no lo siente así algo falla.
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