En la fiesta de la Inmaculada Concepción, la Iglesia pone en labios de nuestra Madre unas palabras del profeta Isaías: reboso de gozo en el Señor, y mi alma se alegra en mi Dios, porque me ha vestido con ropaje de salvación, me ha envuelto con manto de justicia, como novia que se adorna con sus joyas.
¡Qué júbilo debe producirnos ver a la Virgen tan cerca de Dios!
"Cuanto más cerca está el hombre de Dios, tanto más cerca está de los hombres. Lo vemos en María. El hecho de que está totalmente en Dios es la razón por la que está también tan cerca de los hombres".
En todas las calles de Nicaragua, el día 7 de diciembre, al caer la tarde, resuena la misma pregunta: ¿Quién causa tanta alegría? Es una costumbre que se llama la Gritería, y que marca el comienzo de la fiesta en honor de la Inmaculada Concepción de María: La Purísima, Patrona de esta nación.
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