martes, 22 de julio de 2008

Cuidado

No somos ni más santos que DAVID, ni más fuertes que SANSÓN, ni más sabios que SALOMÓN...y los tres cayeron.
La advertencia es nada menos que de Agustín de Hipona, el gran San Agustín.
La foto es en La Manga del Mar Menor el verano pasado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Alfredo, lo de la Manga lo dices de cachondeo, no? Eso será algún tiburón de los que tenéis en el Pacífico.
Ah! Felicidades a todos los fedes. Está muy bonico lo que escribiste el otro dia.
Gabriel

Anónimo dijo...

Acho! eso no se lo cree ni el tío mañicas. Pero que animal eres. ¿Le das mucho al ron? Llamaré un día de estos s tus padres. Siento no estar este verano por ahí

Conchita Gil dijo...

Hijo, no me asustes.

Alfredo Quirós dijo...

Leí en un manual de supervivencia que a los tiburones hay que enfrentarlos. Uno se queda quieto, espera...y cuando el tiburón va hacia ti y abre la boca se le esquiva...algo así como los toreros con el toro...
Hasta que se cansa y desiste.

abbé Quirós dijo...

¿Sabes que llegué a creérmelo?

La mayor parte de los problemas son el fruto de nuestra imaginación.

En Nicaragua, como en otros lugares, cuando uno tiene grandes deseos de contar cosas a los familiares, amigos colegas...y no hay tiempo, trata de resumir anteponiendo ese "para no hacerte largo el cuento". Pero ni así...